Los taxistas de Lalín, críticos con la decisión del Concello de anular la parada de Praza da Torre, insisten en la falta de diálogo por parte del grupo de gobierno. Conscientes de que la decisión de cancelar esta parada está tomada, ven todavía alguna oportunidad para que se reconsidere esta postura por parte del ejecutivo. Uno de los portavoces de los profesionales, que trabaja en Praza da Torre, señala que si bien la postura del gobierno es firme, el sector podría ser convocado a una reunión para acercar posturas y buscar una salida que convenza a las partes.

Los mismos profesionales que ayer comentaron a esta Redacción que una de las alternativas era ocupar el primer tramo de la calle Colón, quitando la escultura del cerdo, admiten que este emplazamiento es uno de los idóneos, aunque ya entonces eran conscientes de que la retirada de la obra de arte "iba a ser algo complicado". Así las cosas, a día de hoy creen que si Praza da Torre se suprime, la parada podría habilitarse en la calle Principal. "Este sitio no sería un mal menor, incluso es mejor", explica uno de los taxistas, vecino de Rodeiro, que ejerce como uno de los portavoces del sector. En cuanto a la recogida de firmas, reconocen que están entre las 350 ó 400. "No hablamos entre nosotros sobre lo que vamos a hacer, pero miraremos algo para hacer alguna medida de protesta", comenta este profesional, el mismo que anteayer indicó que la decisión del Concello de suspender la parada podría contravenir la normativa autonómica. Su traslado al tramo de la calle Colón situada al lado de la estatua de Loriga y cerca del viejo consistorio sigue pendiente de la instalación de la cabina telefónica. El gremio no está dispuesto a claudicar y por eso emprendió la recogida de firmas, pero todo apunta a que su postura no será atendida. Así se planteó en la reunión mantenida en septiembre con la concejala Katia Procino, en la que la representante del gobierno trató de pactar una salida negociada. Entonces se habló de la posibilidad de que la parada fuese a Observatorio e incluso se llegó a pintar la señalización. Luego ya se tomó la decisión de ubicarla en Colón.

Si el grupo de gobierno reaccionó al registro de las firmas invitando a los taxistas a presentar una moción ciudadana sobre la peatonalización, ayer centró sus críticas en el Partido Popular. El ejecutivo califica de "escándalo mayúsculo" el hecho de que este partido "esté detrás del proceso de recogida de firmas en contra del cambio de la parada y de la peatonalización". Sostiene que este tipo de actitudes dejan en evidencia a una oposición "incapaz de asumir el nuevo papel en la que la colocaron los votantes tras las elecciones". "Mientras unos sumamos, otros se dedican a sembrar cizaña", dice. Para el equipo de gobierno, el hecho de que el PP "se ponga detrás de los taxistas para hacer oposición" demuestra "la enorme cobardía política" de los populares, que no se atreven a dar la cara ante los votantes "y cometen errores de una formación inmadura acostumbrada al modelo clientelar y caciquil".

"Maniobra" del PP

En todo caso califica como "irrisorios" los resultados obtenidos por el PP en "esta burda maniobra política, ya que su maquinaria de gran partido solo fue capaz de lograr poco más de 300 firmas contra el proyecto de peatonalización". Finalmente, el gobierno reitera que continuará con reuniones con comerciantes y vecinos para hablar del proyecto de peatonalización, "siguiendo la misma actitud dialogante y constructiva". Y alega que en esta etapa cualquier vecino puede participar en los plenos municipales y ofrecer su punto de vista. "Llevaremos a cano el proyecto urbano que consideremos más positivo para el pueblo de Lalín", concluye.