| Junto a los nubarrones que cubrieron en los últimos días el cielo en la capital dezana también se pudieron ver, a determinadas horas del día, grandes bandadas de estorninos que dibujaban en el firmamento intensas nubes negras en movimiento. Su graznido y el gran volumen de estas bandadas llamó, una vez más, la atención de vecinos y transeúntes. Aunque suele ser habitual su presencia en la zona, la importante cantidad de aves que aglutinan y las formas que conforman en su aleteo en conjunto siguen maravillando a los viandantes en un juego por averiguar hacia donde se dirigen y donde se posarán.