El Concello de Vila de Cruces ya remitió a la Dirección Xeral de Patrimonio el informe sobre el alcance del derrumbe de cuatro metros de muro perimetral del monasterio de Camanzo, acaecido el pasado día 4. Según informan fuentes municipales, ya se envió el estudio al departamento de Cultura, pese a que el inmueble es propiedad de la Iglesia, debido al gran valor patrimonial que ostenta este conjunto religioso.
Precisamente, una de las cuestiones que quedan por aclarar es qué administración correrá con los gastos del arreglo, si la Xunta, la Iglesia o incluso el Concello. A preguntas de esta Redacción, desde la Xunta se señala en un comunicado escueto que "si se precisa, la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural enviará técnicos a comprobar la situación y prestará el asesoramiento que sea necesario", con lo que deja entrever que en ningún momento se hará cargo de la reforma. Por su parte, desde la Archidiócesis de Santiago se señala que no se recibió ningún tipo de aviso o de documentación referida a este incidente. También es cierto que el derrumbe se produjo mientras el párroco, Alejandro Bautista, pasaba las vacaciones de Navidad junto a su familia en Honduras, y de ahí que no pudiese gestionar la situación.
El informe que maneja el Concello de Vila de Cruces estima que el arreglo del muro cuesta en torno a 2.600 euros. Habrá que reponer los cuatro metros caídos, pero en total se aconseja actuar sobre un tramo de siete para acondicionar la zona afectada. El muro está hecho de mampostería y sufre filtraciones de agua.
