El Concello de A Estrada pide la autorización de Patrimonio para afrontar la rehabilitación del puente románico conocido como Ponte da Ola, sobre el curso del río Liñares. La infraestructura, actualmente muy deteriorada, está recogida en el Catálogo de Bens del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) como un elemento que debe ser protegido dentro del patrimonio arquitectónico-etnográfico del municipio.

En la ficha vinculada al documento urbanístico se recoge ya que el estado de este puente no es bueno, de manera que se hace precisa una actuación en materia de conservación y restauración. Además, desde el Concello se reconoce que los últimos temporales registrados acentuaron todavía más el deterioro de este puente, "provocando colapso parcial" de los pretiles así como el derribo de uno de los muros laterales, con la consiguiente pérdida del relleno y el hundimiento de la calzada.

El proyecto para la rehabilitación de la también denominada Ponte Vella de Liñares contempla la reconstrucción de los elementos caídos, la limpieza de la vegetación que está ocasionando daños sobre la estructura y una intervención general de limpieza sobre la cantería, incluyendo su rejuntado. Se completa con el enlosado de la calzada. El plazo de ejecución que se estiman preciso para la realización de estas obras es de dos meses. La memoria constructiva resuelve que estas actuaciones "le devolverán a la construcción la imagen propia de un elemento que forma parte del catálogo arquitectónico del Concello".

El titular estradense de Medio Rural y Cultura, Juan Constenla, indicó ayer que a esta actuación se vincula un presupuesto de 25.000 euros. La obra arrancará cuando Patrimonio haya dado su visto bueno a la intervención sobre este bien.

Desde el gobierno local se indicó que lleva un tiempo trabajando para hacer frente al deterioro de este puente, una petición que realizó en varias ocasiones el grupo municipal de Movemento Veciñal Estradense (Móvete). Su portavoz, Mar Blanco, aprovechó el pleno celebrado el pasado lunes para volver a plantear este ruego, pidiendo que se evite el derrumbe total de la infraestructura. La edil subrayó que en estos momentos los vecinos no pueden utilizar el vial "al suponer un peligro" y tienen que desplazarse 100 metros más abajo para cruzar el río por otro puente. "Consideramos urgente su reparación, antes de que un nuevo derrumbamiento afecte al arco, lo que dificultaría su reparación y supondría un coste mucho mayor", apuntó Blanco Casais durante la sesión.