A Estrada brindó ayer un sentido adiós a la dueña del grupo Sala Gradín, la empresaria Guadalupe Cusidó Mollet, fallecida al mediodía del domingo a causa de una enfermedad contra la que llevaba luchando denodadamente durante los últimos 5 años.

Los Abelleiro Cusidó -su marido Ramiro Abelleiro Rey y sus hijos Montse, Amadeo, Lupi, Antonio y Adriana- estuvieron arropados el domingo y el lunes por toda su familia así como por sus amistades, muchos vecinos de A Estrada, proveedores y otros profesionales de su sector. Se trata de personas que guardan relación con la familia y que quisieron brindarle su apoyo en tan duros momentos.

Ayer, tras el sepelio, Antonio Cusidó quiso agradecerles sus ánimos a todos los que, de un modo u otro, quisieron hacerles llegar su aliento. Entre ellos, ayer, acudieron al sepelio familiares de los Abelleiro Cusidó procedentes de puntos tan dispares de la geografía española como Alicante o Barcelona.

"Vivió por y para los demás"

Tras el funeral, los restos mortales de Lupita Cusidó fueron conducidos a Santiago para proceder a su incineración. El cariño que su familia recibió en estos días es la justa recompensa a una mujer que, tal y como destacaba ayer su hijo Antonio, "siempre ayudó a todo el mundo" y "vivió por y para los demás". Hija de empresarios catalanes del textil que radicaron una industria en A Estrada, promotora de su propia empresa del textil después y apoyo de su marido en la gestión de Lennon, Nicol's y Sala Gradín, deja una huella imborrable en A Estrada. Su sempiterna sonrisa perdurará para siempre en la memoria de todos aquellos a los que ayudó.