Los usuarios de la autopista que une Santiago de Compostela con Dozón han comenzado a abonar las nuevas tarifas que aplica la concesionaria -Autopista Central Gallega - para una vía de alta capacidad que este año se situará de nuevo entre las más caras de España. A diferencia de otras vías de peaje del Ministerio de Fomento en las que se aplicaron descuentos más importantes, la AP-53 se puede decir que mantiene casi invariables sus tarifas. La principal novedad es la reducción de 5 céntimos sobre los precios del curso pasado para aquellos que realicen el tramo comprendido entre la capital de Galicia y Silleda. Si durante el pasado ejercicio este desplazamiento costaba 3,60 euros, ahora la tarifa de ida o de vuelta queda en 3,55 en un trayecto de 33 kilómetros de distancia. La misma rebaja, de 5 céntimos, se aplica para los vehículos pesados en casi todos los trayectos.

La AP-53 marcó el mes de agosto del pasado año su récord histórico de tráfico, con 7.452 vehículos es la intensidad media diaria. La mayor parte de ellos son turismos. Para los vehículos ligeros, por tanto, el tramo entre Santiago y Lalín se mantendrá en 5,95 euros. Santiago- A Bandeira costará 2,70.

Los viajeros de la autopista que ejerce de eje vertebrador de la comarca con la capital de Galicia soportarán otro año unas tarifas desorbitadas. Los gobiernos de Lalín, Silleda y Santiago presentarán en los próximos plenos iniciativas para reclamar un abaratamiento de las tarifas, cuyo resultado quizá no sea el esperado. Además en los últimos tiempos ha habido novedades en la gestión de la AP-53. La firma Globalvía, accionista mayoritaria de Acega, vendió recientemente la totalidad del 61% de las acciones a un consorcio formado por OPSEU Pension Trust (OPTrust), PGGM y Universities Superannuation Scheme Ltd. (USS). La operación se cerró por unos 420 millones de euros.