El ascensor existente en el antiguo Centro Comarcal ocupa una singular torre que, como recuerda un cartel todavía colgado en la pared del primer piso, llegaba hasta un mirador. Sin embargo, en la mañana de ayer el coordinador de Emerxencias, Carlos Faílde, explicó que la intención es retirarlo y reutilizarlo, destinando el lugar que ocupa para habilitar una zona donde los efectivos de este servicio puedan practicar el rescate en altura.

Esta actividad podría complementarse con la colocación, en este mismo emplazamiento, de un rocódromo.

A los 19 efectivos que, sumando los 10 trabajadores del GES y los nueve del servicio municipal de Protección Civil, convivirán en esta central se sumarán los voluntarios -unos 40, según dijo ayer el alcalde estradense- y 14 trabajadores en los que se cifró el servicio de protección y extinción de incendios forestales que se incorpora al espacio de esta unidad durante unos cuatro meses al año.

Hace años que se persigue la creación de una nueva base para este valorado servicio municipal, haciendo hincapié en las reducidas dimensiones de unas instalaciones en las que se trabaja por turnos las 24 horas del día y durante los 365 días del año. Resumidamente, el cambio posibilitará pasar de los alrededor de 250 metros cuadrados actuales en el Edificio de Usos Múltiples a los algo más de 600 que brinda la nueva localización, con unos 450 metros cuadrados en la planta baja y alrededor de 160 en el piso superior. La unidad estaría ya preparada para efectuar, cuando sea oportuno, el traslado inmediato del equipo de primera necesidad hasta su nueva central.