Manuela Souto Duro acudió en la mañana de ayer a misa. Siempre ha sido una mujer religiosa y encajó con agrado la idea de su familia de conmemorar en la iglesia una fecha especial, la del pasado 11 de diciembre. Ese día, esta vecina de la parroquia de San Xiao de Vea cumplió cien años en este mundo. Sin embargo, nada hacía prever a Manuela que la misa del domingo terminaría convirtiéndose en el primero de los actos para celebrar su siglo de vida. Tras la celebración oficiada por Xesús Mayo, el teniente de alcalde Juan Constenla sorprendió a esta estradense haciéndole entrega de un ramo de flores, un detalle para acompañar los muchos gestos de cariño que recibió ayer.

Y es que, después de la misa, Manuela y su familia se encaminaron al local próximo a la iglesia parroquial para compartir con todos los vecinos unos pinchos. Cien años bien cumplidos no se celebran todos los días.

La familia de esta estradense preparó toda esta fiesta de cumpleaños como una sorpresa para la homenajeada. Únicamente sabía que acudían a misa todos juntos para celebrar sus 100 años. Manuela recibió con agrado el cariño de todos los asistentes a esta fiesta, comentando después en su casa varios detalles de la jornada.

Esta centenaria estradense no tiene grandes trucos para llegar a soplar 100 velas. Se levanta y se asea sola todos los días, haciendo también su cama antes de reunirse con la familia. Da pequeños paseos junto a su casa y no se olvida de pedir que pongan en la tele su programa favorito: Pasapalabra.

Manuela Souto Duro nació y vivió toda su vida en esta parroquia de A Estrada. Aquí le tocó sacar adelante a su familia en los años en los que su esposo tomó el camino de la emigración. Tuvieron cuatro hijos. En este 2015 llega a la centena disfrutando de tres de ellos, de siete nietos y tres bisnietos, esperando que la familia aumente con un cuarto que viene en camino.