Hasta no hace mucho hablar de Lalín en términos políticos era hablar del Partido Popular. Y, salvando la sorpresa de los últimos comicios municipales -en los que, con todo, la candidatura de José Crespo Iglesias se quedó a unos doscientos votos de la mayoría absoluta-, podría decirse que sigue siendo así. Al menos es lo que se desprende de la última cita con las urnas, la del pasado domingo, en la que los populares sacaron más votos que todos sus rivales juntos. Dicho esto, no es menos cierto que el panorama político lalinense muestra una pluralidad propia de los primeros años de la restauración democrática. Aunque en menor medida que en otros puntos de la provincia y de Galicia y, desde luego, que en el resto del estado la ola que han levantado los partidos emergentes se ha dejado sentir en Lalín. Tanto es así que el PSOE a duras penas resiste como la segunda fuerza que históricamente ha sido y el BNG queda relegado a la mínima expresión.
| PP. La fuerza conservadora ha mantenido la pole position en el principal municipio dezano desde los tiempos del desaparecido Xosé Cuiña Crespo. El idilio de los populares con las urnas ha tenido los altibajos propios de toda relación, pero el electorado siempre le ha sido fiel. Cinco lustros de mandato de José Crespo le han pasado factura en la cita de mayo pasado, dejándole en la oposición con el que hasta ahora es su suelo histórico en cuanto a apoyo popular. Sin embargo, este desgaste de ámbito local apenas ha tenido traducción para su partido en las elecciones autonómicas, generales y europeas, pues una y otra vez se erige en la opción preferida de los lalinenses. El ejemplo más reciente, la convocatoria del 20-D, en donde los populares han sido capaces de recuperar la mitad de los dos millares de votos que habían cedido hace apenas seis meses, el 24-M. Y eso en pleno desplome del partido de Mariano Rajoy en el ámbito general.
Ha sido, precisamente, una candidatura del actual presidente del Gobierno de España la que más apoyo ha cosechado en una cita electoral en Lalín en la última década. Se trata de la que lideraba en 2011, cuando llegó a la Moncloa para relevar a José Luis Rodríguez Zapatero. Entonces los populares, favorecidos por el viento general de alternancia que vivía España, rebasaron en la capital dezana los 8.500 sufragios, el 68,4% de los emitidos, un techo que difícilmente resiste cualquier comparación ulterior.
Por lo general, el PP se mueve en una horquilla que oscila entre el 58 y el 62% de los votos válidos. Así ha sido hasta el mencionado momento álgido que supusieron las generales de hace cuatro años. Sin embargo, unos meses después, en las autonómicas de 2012 ya comenzó a pagar la factura de los recortes y bajó por primera vez de la barrera de los 7.000 votos, si bien todavía suponían casi el 60% del total. El mayor batacazo vendría, contra pronóstico, en las municipales de 2015, desgastado por 25 años de mandato de Crespo y por la irrupción del hijo de su mentor: Rafael Cuiña Aparicio, exafiliado popular, corroboró una vez más que no hay peor cuña que la de la misma madera. El PP cayó hasta los 5.326 sufragios, por debajo del 45%. El trago fue tan amargo que los 6.301 votos cosechados el 20-D le supieron a gloria a un Crespo -ahora senador in pectore- que volvió a sacar pecho y a presumir de dar a su partido el mejor resultado entre los concellos gallegos de más de 20.000 habitantes.
| PSOE. Las elecciones generales siempre habían sido la tabla de salvación del PSOE en Lalín, pues a ellas vino fiando sus mejores resultados en las últimas convocatorias. No en vano tanto en 2004 como en 2008, en pleno auge del zapaterismo, llegó a rebasar con creces las 3.600 papeletas, lo que lo situó en torno al 27% del apoyo popular. Desde entonces ha ido perdiendo fuelle y en las últimas cinco citas no ha conseguido convencer ni a uno de cada cinco votantes. Las autonómicas de 2012 son, por ahora, su peor resultado, al quedarse por primera vez por debajo de los 1.500 apoyos, lo que equivale a un 12,7% del total. Coincide con la aparición de nuevos contendientes, entonces representados por Compromiso por Galicia (CxG) -con Rafael Cuiña como candidato por Pontevedra-, Alternativa Galega de Esquerda (AGE) y Unión, Progreso y Democracia (UPyD). Las dos citas de este año han supuesto un ligero repunte de los socialistas, aunque en sus comparativas con sus precedentes de hace cuatro años no les dejan en buen lugar. Ni siquiera son capaces de remontar hasta las 2.000 papeletas de las que no habían bajado en las otras citas del siglo XXI.
| En Marea. La coalición formada por Izquierda Unida (IU), Anova y las mareas ciudadanas irrumpe como tercera fuerza política de Lalín con cerca del 15% de los votos, a poco más de 200 del PSOE. Duplica con creces tanto los apoyos cosechados por la equiparable A Plataforma Aberta Cidadá (APAC) en mayo -su única edil, Lara Rodríguez Peña, concurría como cuarta por Pontevedra- como por AGE en 2012. Ya en las anteriores generales había asomado IU con un significativo 2% de los sufragios.
| Ciudadanos. La formación de Albert Rivera sale de la nada y, como en el resto de España, se coloca en la cuarta posición del tablero político lalinense. Rebasar el millar de votos en un municipio en donde apenas había rascado tres apoyos siete años atrás no es moco de pavo. C's absorbe la práctica totalidad del voto de castigo al PP.
| Nós/BNG. Tradicionalmente Lalín no ha aportado balances halagüeños al Bloque en los comicios generales. Más bien eran su talón de aquiles, así que -teniendo en cuenta, además, el momento crítico que atraviesa la formación que encabeza Xavier Vence- no es de extrañar que el 20-D haya perdido la mitad del apoyo de otras citas y quedado en un raquítico 5%. No solo les ha fulminado En Marea, sino que incluso han cedido la cuarta plaza a Ciudadanos (C's). La sangría es bestial tras cinco comicios consecutivos de caída. Lejos quedan los 2.130 apoyos conquistados en las locales de 2007, única vez en que rebasó el 15% del total.
Bajo el paraguas de Nós Candidatura Galega concurrió también el Partido Galeguista (PG), que había logrado en 2011 representación con Camilo Conde en el Concello. No lo hizo, en cambio, Compromiso por Galicia (CxG), si bien su líder local y alcalde lalinense -oficialmente neutral- si mostró sus simpatías por Nós, como venía haciendo en los últimos meses al alinearse con las tesis del BNG en pro de una lista gallega única. Rafael Cuiña, cuyos socios de gobierno si competían el 20-D, se hartó de decir en público que su partido daba libertad de voto, y tanto fue así que es muy probable que un tercio de los 3.000 votos que en mayo le abrieron la puerta de la Alcaldía tornasen ahora a la hucha del PP.
| UPyD. El partido de Rosa Díez mantiene una presencia residual en Lalín desde las generales de 2008, con las autonómicas de 2012 como techo histórico al arañar cerca del 1% de los votos. En la última convocatoria fue rebasado incluso por los animalistas del Pacma, con 81 votos (0,67%).
