--En dos semanas tenemos elecciones generales. ¿Cómo ve este partido?
--El CIS ha hablado y ha dado una ventaja muy cómoda al Partido Popular. Creo que salvo una campaña fulgurante de algunos de los partidos o algún escándalo que pueda volver a movilizar a la población, mi fotografía fija de las elecciones es que el PP en solitario en minoría, a la espera de lo que haga Ciudadanos a la hora de investir o no a Mariano Rajoy. Han dicho que no, pero si la ventaja es grande en escaños lo van a tener complicado, porque el Partido Popular no puede dar marcha atrás y proponer a otro candidato a un partido que ha quedado muy por detrás, y Ciudadanos tiene el poder para bloquear la investidura y llevar la situación a un callejón sin salida. Me gustaría que este paisaje se moviese, pues este país ha tenido momentos de agitación con cosas malas como los escraches o manifestaciones violentas, pero era un país indignado y politizado. Hemos pasado del debate ideológico, de la batalla de ideas a una política costumbrista donde tiene más importancia el programa de María Teresa Campos o de Bertín Osborne, espacios en los que los candidatos muestran que no saben encender una vitrocerámica? Las asambleas callejeras y las acampadas se han anestesiado y esto siempre beneficia al que está en el poder.
--¿Quién acabará mejor la temporada, el Real Madrid o el Pontevedra? .
-Tal y como están las cosas, parece que el Pontevedra. Estamos en noviembre de todos modos y el año pasado estaba todo preparado para una gran fiesta de primavera y la cosa acabó como acabó. No hay que dar por muerto al Madrid, pero sí espero que el Pontevedra haga una muy buena temporada en Segunda B y, porque no, aspirar al ascenso, aunque eso será mucho más complicado.
