El Concello de Lalín está obligado a paralizar temporalmente la contratación de los dos agentes municipales que, tras el proceso de selección, iban a comenzar en enero las prácticas en la Academia Galega de Seguridade Pública (Agasp) de A Estrada. Porque serán dos y no tres como inicialmente se había anunciado en la oferta pública de empleo los guardias locales que se sumarán a esta agrupación. El problema no es otro que un error administrativo, pues en el procedimiento se obvió la exigencia del Ministerio de Hacienda de remitir un informe de equilibrio financiero de la administración local.
Aunque el proceso no se anula y sigue en marcha, la contratación de los dos agentes podría retrasarse entre dos y tres meses, tiempo estimado para que el Gobierno Central emita una resolución favorable al ayuntamiento para este proceso selectivo. El problema no es tanto ratificar la solvencia del concello, pues estaría acreditada y lo facultaría para continuar con el procedimiento del concurso-oposición, sino que un posible cambio de gobierno o de los altos cargos del ministerio retrasaría más si cabe el proceso. El grupo de gobierno conoce este revés y poco puede hacer más que los técnicos municipales traten de solventar este asunto lo más rápido posible.
¿Cuál es el principal error? El Concello habría tramitado el concurso incluso enviando esta resolución al BOE antes de contar con la preceptiva autorización del ministerio. De hecho, el pasado día 26 de octubre el Boletín Oficial del Estado recogía lo que ya antes se había divulgado en el BOP tres días antes. En el anuncio del BOE se indicaba que ya habían sido descritas íntegramente las bases que regirían esta convocatoria para dos plazas de Policía Local, subgrupo C1, escala Administración Especial, subescala Servicios Especiales, mediante el sistema de oposición en turno libre. El 26 de octubre se indicaba en el anuncio que el plazo de presentación de solicitudes era por veinte días naturales. El mismo estaba firmado mediante un decreto de la Alcaldía del 29 de junio, por la concejala de Régimen Interno, Katia Procino.
Según se confirmó a esta Redacción, al concurso público se presentaron unos 200 aspirantes. A falta de conocer si se realizaron algunas pruebas, éstas podrían quedar invalidadas, aunque se espera que con la resolución positiva del ministerio el proceso pueda continuar su curso, aunque con un notable retraso. Así las cosas estos dos guardias municipales no se incorporarían, como muy pronto, hasta finales del primer trimestre del próximo año o comienzos del segundo. Porque una vez que el tribunal seleccione a los dos candidatos con más méritos, después deben realizar un curso de formación habitual en estos casos y que tiene una duración estimada de un mes. Varios trabajadores municipales trabajan ahora contrarreloj para solventar un error del que el ejecutivo local se desvincula por entender que se trata de una cuestión meramente técnica.
La oferta pública de empleo, anunciada ya por el anterior grupo de gobierno, pretendía la contratación no de dos si no de tres guardias municipales. Pero finalmente y en principio también por cuestiones de índole administrativo, la oferta de plazas se ciñó a dos. En caso de querer convocar esta tercera o incluso más, el gobierno presidido por Rafael Cuiña debería esperar, en principio, hasta 2017.
