-Usted debe de tener un récord personal como fundador o promotor de peñas madridistas en la comarca, ¿no le parece?
-Fue algo curioso. Para fundar la Peña Madridista de Silleda eché mano de Jesús Pérez Caramés, el dueño de Parque 7 en Silleda. Yo era el socio número 1 y él el número 2. La peña quedó constituida el 11 de octubre del 84 con el número 484. La peña sigue viva, pero muy enferma. Me eligieron entonces como presidente, pero no lo acepté y lo asumió Suso. Cuatro años después me pidieron que fuera presidente y finalmente lo fui durante doce años. El último carné que firmé como presidente fue el 306, que se dice muy pronto en un pueblo tan pequeño como puede ser Silleda.
-¿Y cómo se le dio por seguir fundando peñas merengues?
-Fundé también la de A Estrada, que sigue funcionando ahora muy bien, pero yo la abandoné porque el entonces presidente era un incompetente y empezar a surgir las discrepancias en el seno del colectivo. Ahora la tiene otro señor y veo que la lleva bien. En Lalín también veo que va medianamente bien y funciona. Recuerdo que en 1997 vino Lorenzo Sanz, entonces presidente del Real Madrid, y su señora a inaugurar la Peña Madridista de Lalín y recuerdo que terminamos comiendo todos juntos en el Agarimo. Después también fundé la de Camporrapado, subiendo hacia Ponteledesma.
-¿Qué pasó para que después se desvinculara de todas ellas?
-Mi problema es que tenía compromisos casi todos los fines de semana para estar cenando con otras peñas madridistas por Galicia adelante. Lo dejé todo aparcado hasta que hace ahora trece meses me llamó el tesorero de la Peña Madridista de Pontevedra, Manuel Torres, para hacer directivo de la misma.
-¿Hay posibilidades de retomar la Peña Madridista de Trasdeza?
-El presidente Raúl Martín Chao hace de presidente, pero sin trabajar, aunque es un gran amigo mío. La tiene abandonada. Dejé 306 socios y ahora mismo si son 50 me parecen muchos y no sé si serán tantos.
