Quizás por el alejamiento del foco mediático durante el último lustro, Francisco Vilariño Taboada confiesa cierto "nerviosismo" al acudir a la Redacción de FARO DE VIGO para realizar esta entrevista, que se desarrolló en gallego -así quiere que conste- durante poco más de media hora. El histórico dirigente del BNG local, a pesar de su juventud, regresa a la primera línea de la política municipal como único concejal de su partido, a diferencia de su anterior etapa (2003-2010).
-Acaba de tomar posesión y de asistir a su primer pleno. ¿Cuales son sus impresiones del regreso?
-Son impresiones de contrastes... Es positiva en el sentido de encontrar un nuevo gobierno que no es el PP y que hay una configuración del pleno sin mayorías que impidan el debate y la aprobación de iniciativas. Por ejemplo, nosotros presentamos tres mociones, que fueron aprobadas. Hay una nueva etapa en cuanto a la representación democrática.
-Lo único en común con la anterior etapa es que el BNG sigue en la oposición...
-Si (risas). Lo demás cambió sustancialmente, con dos fuerzas nuevas en el gobierno y el PP en la oposición. Si, es una realidad.
-De disputarle el liderazgo de la oposición al PSOE, su partido ha pasado a ser el quinto en votos. Algo harían mal...
-Es evidente. A raíz de las últimas elecciones hicimos una autocrítica colectiva y analizamos las causas. Estamos poniendo los mecanismos para que esa situación revierta. Estamos haciendo una renovación muy importante, integrando a nueve personas sin carné en un consello local inaudito, compuesto por 24 personas. Y estamos afiliando bastante gente en los últimos dos meses.
-Ha manifestado que no va a decir nada mientras no sean hechos consumados, pero mi deber es preguntárselo: ¿Va a entrar en el gobierno? ¿Si o no?
-Yo no digo hasta que esté consumado, solo que, si no hay nada, no se va a comunicar nada y, si hay algo, evidentemente, si. Pero entendemos el querer saber sobre este tema. Entendemos también que, a día de hoy, por múltiples motivos, se pueden dar las circunstancias para que nos podamos sentar a hablar de ese tema. Pero en este día y en esta hora, no hay nada.
-De no entrar en el ejecutivo, no se entendería su retorno a la primera línea política, después de abrirle la puerta de atrás al que fue su aspirante a la alcaldía, Xosé Manuel López, y de que otros tres candidatos hayan tenido que renunciar.
-No es en absoluto así. En primer lugar, Xosé Manuel hizo un gran trabajo y dimitió por una cuestión personal. Y ahí fue cuando se analizó por donde queríamos enfocar el BNG. Le puedo asegurar que no se tomaron las decisiones en clave de gobierno, sino para fortalecer al BNG y ser útiles a la sociedad. Hoy mismo (jueves), en el pleno, me llegó un mensaje de una amiga que me decía: "¡Quien te iba a decir hace tres meses que ibas a estar hoy ahí!". Efectivamente, no era algo con lo que contásemos.
-Llegado el caso, ¿en que áreas de gobierno se sentiría más cómodo?
-Si nos sentamos a hablar no lo vamos a hacer en clave de negociar parcelas de poder. No queremos hacer un reparto de la tarta, sino que tenemos que hablar de donde podemos ser más útiles a la hora de hacer política para la ciudadanía. De darse el caso, el BNG no se va a sentar en una mesa para pedir cosas como organización política, sino pensando en la gente.
-¿Cree que en Lalín alborexa
-En Lalín se cambió el gobierno, un objetivo buscado por el BNG desde hace muchos años y en el que ha tenido parte fundamental. Solo por la alternancia política ya valoramos positivamente lo que está aconteciendo. Reivindicaciones históricas del BNG, como la participación ciudadana en los plenos o la sustitución de la figura de los pedáneos por representantes vecinales elegidos democráticamente, fueron condiciones que pusimos sobre la mesa para apoyar la investidura de Rafael Cuiña.
-¿Que valoración le merece la acción de gobierno hasta la fecha?
-Entendemos que la acción de gobierno en los primeros meses pasa por cuestiones de forma, de vacíos que el PP dejó ahí y que, con evidentes aciertos, este tripartito ha canalizado. Pero será valorable el próximo año, cuando tenga su propio presupuesto como documento político que marcará la dinámica. En términos de democracia, es muy destacable la participación de la gente, frente al miedo que había a opinar...
-¿Se ha perdido ese miedo?
-Si, en gran medida si. Y eso es lo que tiene que quedar en la mentalidad de la gente, la normalidad de la alternancia política.
