Como concello regado por el Ulla, Vila de Cruces tiene en su nómina de bienes patrimoniales una larga lista de puentes que antaño comunicaban a sus vecinos con los residentes al otro lado del río. Muchas de estas pasarelas se han perdido con la construcción del embalse de Portodemouros, en 1967, pero otras se están sometiendo a intensos trabajos de recuperación gracias a una vorágine de proyectos locales y autonómicos que parecen tener su punto álgido en el presente año.
La pasarela reformada incluye un mirador central // Bernabé/Gutier || Consulte la galería
Es lo que ocurre con Ponte dos Cabalos y Ponte de Remesquide. El año pasado, la arquitecta María José Fidalgo elaboró para el concello cruceño un proyecto de restauración de ambas pasarelas. La primera, muy cerca del área recreativa de A Carixa ya luce renovada desde mediados de julio, tras haber desmontado las losas para aplicarles un tratamiento antideslizante y de paso recuperar el tercer tramo del pontón, cubierto por la hojarasca. En cuanto al puente de Remesquide, le faltan solo unos retoques para lucir tal cual figuraba en el proyecto, tan sólo 10 meses después de que Cruces y Touro firmasen el convenio por el que se acordaba su recuperación.
Los trabajos incluyeron la limpieza de los torreones de mampostería para su conservación, mediante la aplicación de hormigón en la base, y la demolición del forjado de viguetas de madera. La pasarela propiamente dicha es de hormigón, mientras que se mantiene la madera tanto en las barandillas como en las vigas de la estructura y, como novedad, se incorpora un mirador central. El alcalde, Jesús Otero, explica que falta por colocar algunas losas de madera, y aclara a los vecinos críticos que no van a recintarse los torreones. Residentes en la zona se quejan de que en el puente se hayan colocado "pegotes" de cemento, ya que originalmente era de madera sobre piedra. La pasarela formará parte de rutas de senderismo. Su arreglo costó 86.169 euros, subvencionados al 75% por la Xunta.
