Lleva dando clases de percusión desde los 18 años y está recién aterrizada en Lalín, un tierra que nada tiene que ver con su Águilas natal. Sin embargo, Isabel María Rubio Molina, asegura haberse adaptado perfectamente a su nuevo destino. La nueva directora de la Banda de Lalín posee una dilatada trayectoria como percusionista y directora. En 2007 se impuso en el concurso nacional para jóvenes intérpretes Entre Cuerdas y Metales, de Cartagena. Como directora, en 2011 ganó el I Curso-Concurso de Dirección de Orquesta Villa de Aspe y en 2014, el Ciudad de Villena.
-¿Qué fue lo que la animó a aceptar por fin la propuesta de dirigir a la Banda de Lalín?
-Hombre, Lalín tiene una banda con mucha solera. Han ido a Kerkrade, han grabado cedés y, además, en el sur se sabe que las bandas de Galicia están en auge porque son realmente buenas.
-¿Le sorprendió la llamada?
-Sí, claro. Les pregunté que cómo habían sabido de mi, y me dijeron que dieron conmigo buscando en internet. El pasado viernes ya pudimos empezar a ensayar.
-¿Cómo resultó esa primera toma de contacto con la formación?
-Muy bien. Todos fueron muy puntuales, la verdad, y resultó muy gratificante para ser la primera vez que ensayábamos juntos.
-¿Qué fue lo que más le llamó la atención de su nueva banda?
-El sonido es diferente. La Banda de Lalín tiene un sonido muy cálido y mucha personalidad. De hecho, cuando vine invitada en marzo a dirigir el concierto recuerdo que me impresionó el primer acorde del inicio. No es lo mismo escuchar una banda en cedés que hacerlo en directo.
-¿Por cuánto tiempo ha firmado como directora titular?
-De momento, hasta junio. Estoy muy adaptada a Lalín ya. Vine en septiembre a ver los conciertos y luego empecé a vivir aquí, aunque desde hace poco. No conocía Lalín y poco Galicia porque estuve de pequeña con mis padres, pero casi no me acuerdo. Me gusta mucho la gente de aquí porque es muy cálida, y ya me han dicho que el frío todavía no ha llegado.
-En la Banda presumen de ser una gran familia y bien avenida, ¿lo ha podido comprobar ya?
-Por supuesto. Como sucede en todas las bandas, entre los pequeños y los mayores la relación es la de una gran familia. Esta semana empezaré a dar clases de análisis en el conservatorio y seguro que ese buen rollo saldrá a relucir.
-¿Se siente presionada por el legado que hereda en Lalín?
-Me gusta el reto, pero no me impresiona. De hecho, me hace mucha ilusión. Está claro que voy a trabajar para dar lo mejor de mi. Te puedo decir que he ido, también, al concierto de los pequeños, y hay futuro en esta banda.
-¿Qué pretende aportar de cosecha propia en el repertorio?
-Lo fundamental es trabajar en la banda para que los músicos se formen. Me gustaría poder ofrecer un repertorio más cercano al público. y menos contemporáneo. No digo que el de antes no lo fuera, pero me gustaría contar con el apoyo del público, que le sea fácil de escuchar.