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Fijan la vista por el caso del gato apaleado en Silleda

Será el día 21 de octubre en Lalín - Los dueños se ratifican en su denuncia por el ataque al felino

El próximo día 21 de octubre se celebrará en el Juzgado Nº1 de Lalín la vista oral por el caso del gato apaleado presuntamente por un vecino de Silleda el pasado mes de mayo en Trasdeza. La sesión está fijada para las 10.30 horas en la sala lalinense y a la cita están llamadas las dos partes implicadas con sus correspondientes representantes legales. Una sesión en la que, en principio, no se citará a los testigos presenciales de la agresión al gato, que ya prestaron declaración pocos días después de tramitar la correspondiente denuncia.

Los hechos ocurrieron el pasado 14 de mayo cuando el vecino denunciado descubrió el gato en las proximidades de la vivienda de sus dueños, situado en las inmediaciones del casco urbano de Silleda, y comenzó a apalear al felino, acorralándolo contra la verja de entrada. Al verse descubierto por terceras personas, el agresor recogió el animal y lo tiró en unas zarzas. El felino quedó malherido y fue rescatado por sus dueños poco después, alertados por los testigos de la agresión. Ya que de no ser por ellos, el animal quedaría oculto en las zarzas. A consecuencia de los golpes, el gato sufrió la rotura de una pata, punzadas en todo el cuerpo y encharcamiento de líquido en el pulmón. En su momento, el felino tuvo que ser intervenido por la rotura en la pata anterior izquierda y permaneció varios días en un clínica veterinaria.

En un primer momento, el acusado se negó a declarar aunque poco más tarde reconoció los hechos. Los propietarios de Nemo, que así se llama el felino, ratificaron su denuncia por la vía de lo penal ante la Guardia Civil de Silleda. Los dueños reclaman la máxima condena por un delito de maltrato animal. En el momento de presentar la denuncia los propietarios ya aseguraron que intentarían solicitar la máxima pena para un delito de estas características. Insistían en que el atacante vino a propio intento para propinar la paliza, ya que según explicaban tenía un palo con un objeto punzante que presuntamente utilizó para agredir al animal. Los propietarios también afeaban que tirase el gato a las zarzas ya que "si no nos avisan de lo ocurrido el gato quedaría malherido en el matorral y no lo habríamos encontrado".

Además, como ya habían explicado en el momento de los hechos, nunca recibieron una amonestación previa por el gato. Cuatro meses después de la paliza Nemo, se encuentra casi recuperado por completo, aunque como explica su dueña, Lucía García, aún aqueja constantes problemas respiratorios que pueden ser debido a las lesiones provocadas por la paliza propinada.

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