El PP de Lalín duda de la capacidad del grupo de gobierno para gestionar una administración que, en palabras de su portavoz y exalcalde, José Crespo, cayó en manos del ejecutivo local con una muy buena salud económica. En estos primeros 100 días de mandato el PP detecta ya actitudes "revisionistas, intolerantes y con preocupantes tintes sectarios" y arremete contra el tripartito presidido por Rafael Cuiña por dar muestras de no ser capaz de aceptar las críticas.

Crespo volvió a echar la vista atrás para repasar las "doce" claves que a su juicio le alejaron de la mayoría absoluta y a reitrar que en esta nueva etapa en la oposición su grupo se centrará en trabajar por el interés general. "No recuerdo una campaña electoral en democracia más sucia y mezquina contra mi persona, por eso tenemos que intentar cambiar la percepción que de nosotros tienen los vecinos", dijo. El exalcalde admitió que tras el fracaso en las urnas tenía ganas de irse y que incluso tuvo ofertas de la empresa privada, pero que se quedó "por coherencia". El PP prepara ya, a cuatro años vista, un equipo de personas para recuperar el poder "y presentar al mejor candidato, sea el que sea". Un mes en política es demasiado tiempo y cuatro años una eternidad, pero uno de los más que posibles alcaldables sería el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez.

José Crespo, que compareció junto a los ediles José Antonio Rodríguez, María Álvarez y Antonio Rodríguez, puso el acento sobre la herencia dejada por su equipo a "uno de los concellos gallegos de primera categoría más saneados". Desde su experiencia como alcalde durante un cuarto de siglo cuestionó comporamientos de Cuiña, pero advirtió que no entraría en más provocaciones. "Sí nos vamos a preocupar de que no se dilapide lo que en 25 años tanto costó conseguir". Reprobó al regidor por sus enfrentamientos con el presidente de la AED, Antonio Lamas, las críticas injustificadas a empresarios -sin citarlo se refería al modista Florentino Cacheda- o que ridiculizase como invitado el acto de la escuela naval de Marín. "Algunos militares me dijeron que aquello que puso en una red social sentó como cuerno quemado". O el desmantelamiento de la Encomenda do Cocido. Insistió en que el cabeza de un gobierno de tres grupos que podría ser de cuatro con la entrada del BNG manipula a la opinión pública y tachó de "política de maquillaje" la acción de un ejecutivo que, dijo, no se le conoce gestión alguna en temas trascendentales como el empleo. También afeó a Cuiña por decir que la salida de la Diputación provincial del expresidente Rafael Louzán era la mejor noticia posible para Deza y lo emplazó a conseguir con los nuevos gestore de esta administración el mismo nivel de inversiones para la comarca que las habidas con el dirigente popular. Crespo rehusó valorar la posible entrada del BNG en el gobierno, aunque sí lo hizo su compañero José Antonio Rodríguez. Aventuró que el ejecutivo sería "más caro" al entender que este partido exigiría una dedicación.

Por último replicó a un "comentario" relativo a un estudio por el que Cuiña aumentaría hoy apoyos si hubiese elecciones siendo la fuerza más votada. Dijo que una encuesta que él maneja expone que Compromiso por Galicia subiría, pero que no arrebataría la victoria al PP, que el PSOE casi desaparecería y que el BNG ni siquiera tendría un edil, que sí obtendría APAC.