El Espazo Liñares de Lalín acoge a partir de mañana las jornadas dedicadas a las literaturas de ciego organizadas por el Museo Galego da Marioneta y Viravolta Títeres. La cita inaugural correrá a cargo de una eminencia de la investigación de la cultura popular como es el profesor castellano Joaquín Díaz González. La fundación que preside ha donado valiosas piezas que se podrán contemplar en una exposición abierta al público hasta el próximo 24 de octubre. Las actuaciones de Antón Castro, Viravolta Títeres con O cego dos monifates y el dúo de Mini e Mero completan el programa de actividades.
-¿Cómo surgió la posibilidad de colaborar en las jornadas de Literatura de Cego de Lalín? ¿Conocía el trabajo de Viravolta Títeres al frente del Museo Galego da Marioneta?
-Tuve la oportunidad y la suerte de encontrarme con Anxo Basterra en Hervás y desde entonces parece que tenía en la agenda que pudiese acudir al Museo Galego da Marioneta para llevar a cabo alguna actividad con ellos.
-¿En qué centrará su conferencia inaugural de las jornadas?
-En el tema de los ciegos y la difusión de la cultura a través de las canciones y pliegos. Los ciegos fueron siempre transmisores de noticias y de conocimientos. Buena parte de su actividad tenía que ver con la comunicación y con la música.
-¿Ha costado mucho recopilar el material cedido por la fundación para la exposición que se verá en Lalín? ¿Es cierto que algunas de las piezas tienen un valor incalculable?
-Para un coleccionista empedernido no importan ni el tiempo ni el valor. Lo bonito es ir cediendo paulatinamente a la tentación de adquirir aquellas piezas que uno aprecia o por las que se siente interesado. En cuanto a lo de las piezas, en el mundo de las antigüedades, sin embargo, no hay nada incalculable. Todo tiene un precio.
-¿Qué papel llegaron a jugar los romances de ciego en su época? ¿Se podría decir que fueron el medio de comunicación más cercano que existía para la gente?
-En efecto. El romance de ciego, hasta épocas muy cercanas, era el medio más eficaz de transmitir noticias, especialmente las luctuosas o trágicas, con las que el ciego coplero difundía la actualidad, pero también un montón de novedades que se inventaba y que a veces eran lo que más interesaba al público.
-¿Había diferencias entre los ciegos que actuaban en Galicia con los del resto de España o eran similares sus intervenciones?
-Los ciegos tenían unos caminos preestablecidos que recorrían hacia arriba y hacia abajo. Algunos empezaban en Galicia y seguían con el buen tiempo hacia el sur y otros subían buscando las ferias y los mercados más conocidos para poder vender en ellos sus papeles. Este tema no se ha estudiado mucho porque las historias particulares de cada ciego no se han contado salvo en casos excepcionales.
-¿Qué consecuencia tuvo el contacto entre el cine y estos contadores de historias en el momento de irrupción del cinematógrafo?
-Algunas películas reflejan, de la misma manera que antes lo hizo la literatura o el teatro, la vida y andanzas de los ciegos, en particular de los que pertenecían a cofradías o hermandades antes de que se creara la ONCE, una entidad que sirvió para agrupar y dignificar a muchos colectivos.
-¿Qué opinión le merece el trabajo de recuperación llevado a cabo en Galicia del teatro de títeres?
-Cercano y eficaz. Lo que se está haciendo en Galicia es una tarea admirable en la que hay mucho cariño y mucha cultura. Estoy encantado con eso se produzca así.
-¿Ha estado alguna vez en Lalín? ¿Conocía el Museo Galego da Marioneta sito en esta localidad?
-Estuve en Lalín hace unos años, pero no conozco el museo y estoy deseando hacerlo, así que allí estaré para el inicio de las jornadas.
