A excepción del vuelco electoral de Lalín, que propició el relevo de José Crespo después de 25 años, en los otros ocho concellos de Deza y Tabeirós-Montes no se produjeron alternancias, por lo que las políticas aplicadas en los primeros cien días suponen una continuidad de las que ya venían desarrollando los distintos ejecutivos municipales. La única variación se dio en Silleda, en donde el PSOE de Manuel Cuiña Fernández cosechó una mayoría absoluta histórica que le deja las manos libres para actuar.

Tanto es así que el propio regidor trasdezano había planteado los comicios del 24-M como un plebiscito popular sobre los presupuestos que, poco antes, le había tumbado la oposición. El BNG de Matías Rodríguez da Torre tenía la llave de las votaciones en el pleno durante el anterior mandato y su rechazo a los presupuestos fue clave para que estos no saliesen adelante. Así que Cuiña los sometió a las urnas y estas le granjearon la primera mayoría absoluta del PSOE en tierras dezanas. Así que una de las primeras medidas del nuevo gabinete socialista, quince días después de tomar posesión, fue la aprobación de unos presupuestos que califica de "históricos" para el municipio, con más de un millón de euros en inversiones. Entre ellas, destaca la ansiada residencia de mayores, dotada con 250.000 euros para el comienzo de los trabajos, y la adecuación del edificio -antigua sede ferial- que acogerá la Escola Municipal de Música. El Plan Xeral se presenta como el principal reto de Cuiña para el presente mandato, pues la mayoría de que goza le brinda una oportunidad única para sacarlo adelante.

López y Otero

Precisamente, en A Estrada José López afronta, en su segundo mandato, el reto de desarrollar la recién estrenada herramienta urbanística para dar forma al futuro del municipio. El alcalde estradense sigue siendo la principal referencia del PP en una comarca en donde este partido sigue siendo hegemónico. En Deza, este papel de referente pasa ahora a manos del veterano Jesús Otero, en Vila de Cruces.