El cuarto día de huelga de entrega de leche agudiza la situación en las comarcas. La totalidad de las ganaderías de la zona ha tenido que hacer frente en los últimos días al vaciado de sus tanques. Algunas llevan haciéndolo ya desde el sábado y otras han resistido hasta el último momento, porque a todos les resulta duro deshacerse del producto; no solo porque se trate de su fuente de ingresos sino por tirar un alimento ante "la penuria y el hambre que pasan otros".

Por eso surgen iniciativas solidarias y ofrecimientos de todos lados. Ayer mismo, en la Praza da Igrexa de Lalín se realizaba un reparto gratuito de leche cruda entre los vecinos. Desde pasadas las doce de la mañana se repartieron un total de 1.600 litros de leche. Un acto que acercó a los vecinos la problemática del sector lácteo y que también insufló ánimos a los ganaderos para que continuasen su lucha por un precio justo que cubra los gastos de producción. Fueron muchos los que, a pesar de la lluvia que arreció ayer durante toda la jornada, se acercaron para recoger leche. Muchos recordaban así sabores que hacía años que no degustaban, anhelando, en algunos casos, su niñez y buscaban elaborar con la leche postres lácteos como quesos y requesón. Los ganaderos ofrecían vasos para degustar la leche fría en la propia plaza, propiciando incluso un brindis en defensa del sector entre los vecinos y productores.

Y mientras tanto, en las explotaciones el reguero de leche continúa. Algunos como en la ganadería O Pazo, en A Xesta, (Lalín) ayer hacían frente a por primera vez al vaciado del tanque directamente para la fosa del purín. "Hasta el momento fuimos vaciando para capachos y bidones para repartir entre los vecinos", explica Mari Carmen Abeledo, titular de la granja. También ofrecieron el alimento a algún centro de mayores de la zona "preferimos regalarla antes que tirarla", pero las normativas de higiene alimentaria coartan mucho este tipo de donaciones. Es el problema más directo que se están encontrando muchos ganaderos aunque quieran regalar su leche a bancos de alimentos y entidades similares.

A lo largo de toda la comarca se repite la misma escena. Bien sea de mañana o antes de realizar el ordeño. Los pozos de purín y campos se tornan blanquecinos estos días. "Vaciamos el tanque al mediodía directamente con la cuba", explicaban desde la ganadería Os Herdeiros de Laro. Están bajo mínimos, repartidos entre atender la cabaña y secundar la movilización y el bloqueo. Las escenas se reiteran. "Hemos tirado ya más de 3.000 litros" explicaban ayer en una explotación de Cercio (Lalín). Abrir el grifo del tanque se ha convertido en uno de los gestos más repetidos. Ayer, ya pocos camiones intentaban recoger leche en la zona, aunque alguno actuaba en Agolada. Y es que tampoco el respaldo a la huelga de entregas es unánime. Muchos confían y echan cuentas en que si consiguen al menos fijar un precio mínimo que cubra costes recuperarán las pérdidas pronto y que el "gran" esfuerzo habrá merecido la pena.