El relevo en el Bloque pilló por "sorpresa" a un Nicolás González Casares que "no esperaba que se precipitase tanto". Respecto a la posible entrada en el gobierno del BNG, señala: "Nosotros hicimos un pacto de gobierno y lo vamos a respetar hasta el final. En él se contemplaba la posibilidad de que entrase otra fuerza, así que, si así lo decide, nos sentaremos a hablar". Lo que tiene claro es que "no se va a hacer un nuevo pacto, la hoja de ruta ya está marcada y quien quiera sumarse será bienvenido". Añade que "el PSOE no cierra ninguna puerta por la gobernabilidad de Lalín".