A Estrada no tiene mar, aunque parezca soñar con tenerlo. Por ello, un grupo de jóvenes que forman la asociación XeoPesca se reunirán mañana para construir un ROV, un robot submarino controlado a distancia que entra dentro de un proyecto llamado OpenROV que funciona con un software libre (los componentes lógicos de un sistema informático cuyo autor permite su copia y modificación). Hoy es el presidente de XeoPesca, el estradense Pablo Belay, el que acerca esta iniciativa y trae olor a mar.
- Han programado para mañana una jornada dedicada al montaje de un OpenRov. ¿Cómo explicaría lo que es en pocas palabras?
- Sería como un pequeño submarino de software y hardware libre en el que tú puedes modificar todo lo que quieras. Existen casos de gente que, por ejemplo, insertó un brazo mecánico. También depende de lo que se busque con él... Algunos lo usan para medir la cantidad de plancton y otros intentan sacar cartografía del mundo marino. Es decir, es un soporte con el puedes hacer muchas cosas y no solo limitarte a construirlo y grabar un vídeo.
- ¿Y cómo surge la iniciativa de fijar un día para poner en marcha este taller de montaje?
- Nosotros somos una asociación que cumple dos años ahora. No dedicamos, por un lado, al tema del software libre y, por otro, a la pesca sostenible. Por lo tanto, lo que intentamos es que dentro del sector del mar existan alternativas de software libre como sí las hay en el sector de la ofimática. Por ejemplo, cuando alguien usa el Open Office. Así nació la asociación. En cuanto al OpenRov, es un proyecto a nivel internacional y cuando lo conocimos decidimos colaborar con ellos. El primer paso es el taller, es decir, construir un OpenRov. Para ello contamos con la financiación de un convenio que firmamos con la Axencia para la Modernización Tecnolóxica (Amtega) y con el trabajo desinteresado de todos los socios que voluntariamente van a construirlo.
- Una vez que el OpenRov sea un proyecto físico para XeoPesca, ¿qué harán con él?
- Después el robot va a quedar a disposición de todos los socios. También podemos estudiar otras opciones. Por ejemplo, dejárselo a alguien que esté haciendo un trabajo de biología marina. De todas formas, nace más con la intención de dar a conocer que en Galicia se puede trabajar con el software libre en un sector como la pesca que, en teoría, no es que está en los mejores momentos. Pero sí que se pueden hacer cosas todavía. En esta línea nació la asociación, como un proyecto de fin de carrera con XeoPesca, que también es una aplicación.
- Con esos objetivos, ¿cómo llegaron a conocer el proyecto de OpenRov?
- Algo vimos en unas charlas que se organizaron en Santiago de Compostela, sobre diferentes proyectos de software libre, que se hicieron en la Cidade da Cultura. Alguno de los socios ya lo tenía mirado por internet. Fuimos recapitulando información porque no solo es montar el robot, también saber cuáles son las aplicaciones que puede llegar a tener. Y después también hablamos con diferentes biólogos.
- Cuando el robot esté construido, ¿cómo serán las pruebas?
- Lo único que tenemos más o menos confirmado es que las primeras pruebas van a ser un recipiente con agua para ver que no hay pérdidas y después, el manejo. También nuestra idea es inicialmente poder hacerlo en el río Liñares, a lo mejor en la playa fluvial, en una zona donde no haya especialmente corriente. Además, barajamos la opción de hacerlo en la piscina climatizada.
- ¿Qué relevancia tiene para XeoPesca iniciar este proyecto?
- Para la asociación significa muchas cosas. Primeramente seguir difundiendo el software libre desde otra óptica, no solo desde la aplicación. Es un nuevo proyecto, un nuevo reto en el que nos diversificamos un poquito más. También para poder estar en contacto con los biólogos marinos, darles una herramienta nueva para que puedan usar en sus trabajos o en su investigación.
- ¿Tiene alguna otra iniciativa en mente la asociación?
- Como quien dice, ya estamos a final de año. En agosto estuvimos realizando diferentes charlas de lo que es la aplicación XeoPesca y de lo que hacemos en la asociación. También es posible, aunque está pendiente de definir, que en octubre nos desplacemos a A Coruña para una quedada. Después ya entramos en los meses de Navidad y ahí sí que paramos un poco y repensar qué es lo que vamos a hacer para el próximo año.
- ¿Cree que son necesarios los proyectos de este tipo?
- Creo que sí, sobre todo cuando se habla de que hay que impulsar la innovación y la ciencia. También creo que a las personas que estén en los últimos años del instituto les puede ayudar a entender que el mundo de la ciencia, de la informática, es un mundo mucho más amplio de lo que podemos pensar, siendo esta una forma sencilla de acceder a la tecnología. Además, el precio de las piezas del OpenROV es de 1.000 euros y aunque me parezca caro en comparación con lo que hay en el mercado es muy barato. Hay algunos proyectos de 5.000 o 6.000 euros e incluso de 36.000 euros. En cuanto al software libre, es un poco más en la óptica filosófica. Es decir, es mucho más justo para la sociedad. Si tú tienes un software que pertenece a una empresa, si quieres hacer una modificación has de hablar con ella, pagar lo que te dicen y hacerlo. Con el libre lo único que tienes que hacer es aprender o contratar a alguien que lo haga, pero que puede ser cualquiera. No depende de un único proveedor y esto es importante para los particulares, las empresas y más aun la administración, que es con el dinero de todos.
