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Inician los trabajos para la segunda fase de reforma de la carretera Liñares-Valboa

- Una empresa realiza mediciones en todo el tramo afectado, previas al estaquillaje - Tras estas primeras actuaciones llegarán las máquinas para la mejora entre Riobó y Oca

Trabajos de medición, en la mañana de ayer, en el tramo entre Riobó y Oca. // Bernabé/Javier Lalín

El tramo correspondiente a la segunda fase de reforma de la carretera provincial que une Liñares con Valboa -conecta la N-640 con N-525- acogió en la mañana de ayer el inicio de los trabajos previos para que pueda arrancar la mejora de la infraestructura.

Sobre el terreno se estuvieron realizando mediciones previas a que se ejecuten las labores de estaquillado. Seguidamente, la maquinaria llegará a la parroquia de Riobó para ampliar hasta Oca la mejora ejecutada en la primera fase, una actuación que contempla, asimismo, la construcción de un nuevo puente para salvar el río.

La junta de gobierno de la Diputación de Pontevedra adjudicó a comienzos del pasado mes de julio estas obras a la firma Narom por 561.712 euros, frente a los 750.000 de la licitación. El plazo de ejecución se fijó en 4,5 meses. La institución provincial insistió en que la actuación quedaría rematada este año, contemplando que la mayor complejidad de las obras sería la construcción del nuevo puente. Sin embargo, el tiempo comienza a apremiar para que la reforma de estos 1,5 kilómetros pueda quedar completada en lo que resta de 2015.

En esta nueva fase, la carretera actual se ensanchará y se mejorará el trazado, haciendo que la plataforma alcance los ocho metros de ancho. De ellos, 6,40 metros serán de calzada, a los que se sumarán dos arcenes de 0,80. La obra proyectada permitirá asimismo rectificar el carácter sinuoso del recorrido, suprimiendo o modificando varias curvas.

En cuanto al propio puente, la plataforma actual -en base a las explicaciones ofrecidas en su momento desde las Diputación de Pontevedra- duplicará su anchura, pasando de los 4,5 metros que mide a los nueve que tendrá. Se utilizarán losas tipo barco de hormigón armado de nueve metros de largo y 2,40 de ancho hasta completar la longitud necesaria de la infraestructura, que asciende a 31,2 metros. Asimismo, el nuevo puente llevará 62,4 metros de barandilla de acero de 1,08 de altura.

Unos 40 propietarios resultarán afectados por la obra de la segunda fase de reforma del vial Liñares-Valboa en el tramo comprendido entre Riobó y Oca. Aunque ya en marzo se hizo un levantamiento de actas previas a la ocupación en las que se recogían las zonas de afectación máxima, a finales de julio se vio sobre el terreno cuál será la ocupación real que motivarán los trabajos de mejora del trazado. Se estudiaron "in situ" las afecciones en superficie y en elementos adicionales como cierres, muros, plantaciones y vides.

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