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La práctica deportiva se abre el próximo sábado

La temporada de caza mayor arrancará con una densidad de jabalí desigual en la comarca

La Xunta recorta el cupo de piezas en Lalín y en Silleda -Este fin de semana comenzaron las esperas por daños

Daños en un maizal de Vilanova | Durante varias jornadas en los últimos días, el jabalí visitó una finca que posee Suso Jácome próxima a la iglesia parroquial. El animal, en la práctica, dejó escasas espigas en pie en la que era la única parcela que este vecino tenía destinada al cultivo del maíz. No son los únicos afectados por las incursiones del cerdo salvaje, ya que también se constataron destrozos en la parcela de un vecino.

El próximo sábado, día 29, se abre la temporada de caza de corzo y jabalí, que se prolongará hasta el 17 de octubre y el 17 de enero del año que viene, respectivamente. Las numerosas batidas que se realizaron en años anteriores debido a los daños en maizales y prados han reducido el censo de jabalíes, pero aún así sus consecuencias en la agricultura ya se están dejando notar.

En Silleda, las primeras esperas por daños en cultivos arrancaron ya anteayer, viernes, y los agricultores comunicaron a la Sociedade de Caza e Pesca daños en "Abades, Negreiros, Martixe, Siador, Parada, Escuadro y Vilar", relata el presidente del colectivo, Jesús Caramés. "Los daños se están produciendo desde hace unos 10 días", añade, coincidiendo con la maduración de la espiga. Por el momento, y dado que la temporada se inicia el próximo fin de semana, Medio Ambiente solo autoriza esperas. Cuando puedan acometerse batidas, habrá que tener en cuenta también la meteorología, "porque si hace demasiado calor los cazadores igual prefieren no sacar los perros", tanto por la falta de rastro como por las consecuencias que pueden acarrear sobre los animales unas temperaturas demasiado elevadas. Para la presente temporada, los cazadores trasdezanos tienen un cupo de 75 jabalíes (en años anteriores la cifra alcanzó los 93) y 4 ejemplares de corzo, frente a los 9 de épocas pasadas. Silleda ha sido la zona más madrugadora en cuanto a daños de jabalíes, pero por el momento no se han comunicado daños en maizales por cuervos.

Desde la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín su presidente, José Luis Gil, indica que comienzan a recibir alertas por incursiones en fincas de maíz, de modo que las batidas tendrán lugar todos los sábados a partir del mes de septiembre. Su cupo máximo de piezas también bajó, en este caso en 20 ejemplares, para quedarse en los 168. Medio Ambiente también aplica una reducción en la captura de corzos, pues si bien sigue permitiendo que en los montes de Lalín se cacen un tope de 15 machos, recorta el número de hembras de 10 a 3.

Pero, con diferencia, es Rodeiro el municipio más afectado por la actividad del jabalí en los cultivos. "Hubo ya muchos daños en la época de siembra", señala el presidente de la sociedad de caza local, Rubén Quintá, quien indica que en esta semana que está a punto de terminar envió seis escritos a Medio Ambiente solicitando esperas, "y no nos respondieron por escrito, sino que por vía telefónica se limitaron a decirnos que no nos las concedían". Es la primera vez que se deniegan medidas de control sobre esta población a Rodeiro, y se ignora si la causa es por una presunta rebaja de la población de jabalí, algo que no coincide con la opinión de los agricultores. "Tenemos daños por todo el territorio del municipio, y la población de zorro también presenta una gran densidad", apostilla Quintá. Aun así, los cazadores de Rodeiro tendrán el mismo cupo de piezas de jabalí que el año pasado, 60 ejemplares. En el caso del corzo, se pasa de 13 a 10 (8 machos y 2 hembras).

En el polo opuesto a Lalín, Silleda y Rodeiro se colocan los tres municipios restantes. En Vila de Cruces apenas se detectan daños "cuando el año pasado, a estas alturas, teníamos decenas de comunicaciones. Las cuadrillas, cuando estuvieron entrenando, ya constataron este descenso de población ", apunta el presidente de la sociedad cinegética, Gonzalo Gómez. Así que en este municipio no se organizarán esperas, y durante la temporada de caza podrán abatir hasta un máximo de 72 jabalíes, los mismos que el año pasado. A Dozón no le constan incursiones del cerdo salvaje en campos de maíz o prados, mientras que desde el Tecor Farelo, en Agolada, su presidente José Manuel Blanco señala que "es una temporada débil. En Agolada la mancha de jabalí puede ser de 5 hectáreas, mientras que en Antas de Ulla igual alcanza las 40". El Tecor tiene un tope de 25 jabalíes y 5 corzos. Blanco recuerda que en 2016 se actualizarán los planes de ordenación, por lo que se hará una estimación media de la población en base a los ejemplares que se cazaron en los últimos cinco años.

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