Tras el anuncio de llevar a cabo la peatonalización de las rúas Principal y Loriga las opiniones al respecto por la calle son muy variadas. Por un lado, están los que apoyan la idea porque afirman que dará vida al pueblo y eso beneficiará a los locales, ya que los escaparates no se ven si uno circula en coche. Asimismo, están los detractores que consideran que está medida provocará un mayor caos a la hora de acceder al centro lalinense y también para estacionar. El gobierno de Lalín tiene previsto llevar a cabo esta acción durante el próximo año.
Según el alcalde, Rafael Cuiña, la peatonalización afectará al tramo de Principal situado entre el cruce con Calvo Garra y se prolongará hasta Loriga con su intersección con la calle Pintor Laxeiro. De esta forma, los vehículos podrán circular en sentido de bajada desde Calvo Garra, como se hace hasta ahora, para después girar a la derecha en dirección a la Fonte dos Cabalos. Desde que el nuevo equipo de gobierno se ocupa del mandato se está llevando a cabo una restricción del tráfico en la Calle Rosalía de Castro, popularmente conocida como Rúa dos Viños, todo el fin de semana desde el viernes por la tarde. Con esta medida, los negocios de la zona se ven beneficiados por la gran concentración de gente, animada en parte por la oferta cultural que proporciona la hostelería o el Concello.
La principal finalidad del gobierno local es que la villa gane en calidad de vida y comodidad y que los establecimientos amplíen sus ganancias, sin embargo, ante esto no todos opinan de igual forma. Desde la pastelería Arcays, de larga trayectoria en la villa, sus responsables no están muy de acuerdo con esta medida: "Porque creemos que si uno no puede acercarse con el coche a recoger un pedido, esto terminará afectándonos", señala una de las trabajadoras. Asimismo, hay vecinos que no se muestran satisfechos con la idea. "Yo que vivo aquí y tengo un crío, considero que será una lata no poder acercar el coche para vaciar el carrito, entre otras muchas cosas del pequeño", apunta una vecina.
Pero como nunca llueve a gusto de todos, la ciudadanía está dividida y hay quien opina que eso es lo que se debería hacer por tratarse de la zona principal, y por tanto más céntrica, de la villa. La propietaria de la lencería Lilas, Concepción González, que ahora tiene alquilado su negocio, opina que la peatonalización beneficia realmente las ventas. "Siempre deseé que llevara a cabo la peatonalización en la Praza da Igrexa y cuando se hizo algo, entre ello la retirada de la parada de taxi, esto mejoró porque si la gente pasa caminando se decide más a entrar a las tiendas", recalca González. Otra mujer que regenta negocios en ciudades como A Coruña, Ourense o Pontevedra considera que la gente al pasear entra más a comprar y se fija mucho más en los escaparates, a diferencia de si se circula en coche, que pasan totalmente desapercibidos.
" A mí me gusta las calles peatonales, sobre todo cuando voy de viaje, pero considero que aquí en Lalín esta calle se debería dejar así porque no habrá acceso al centro sin poder realizar algo en un minuto", señala José Lamazares. En el caso de Mario López sí estaría de acuerdo con que la calle fuese cerrada al tráfico de manera temporal, tal y como ocurre en la de Rosalía de Castro.
