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Un brindis por los que vuelven en verano

Ventosa celebra su XXVI Festa do Emigrante con la congregación de un millar de personas

Los asistentes disfrutaron de una comida en el entorno de la carballeira da Cudiseira. // Bernabé/Luismy

Como marca la tradición, el primer sábado de agosto Ventosa rinde un homenaje a sus emigrantes. La Carballeira da Cudiseira acogió ayer su vigesimosexta edición con cerca de un millar de personas procedentes de las diferentes zonas del Concello de Agolada, así como de municipios próximos, tales como Rodeiro y Chantada. La charanga Ardores y Viño Blanco fueron las encargadas de marcar los acordes durante toda la jornada festiva. En verbena le pasaron el relevo al grupo Azahara. Este festejo comenzó a realizarse para los emigrantes que veraneaban en agosto en su tierra natal y que no podía disfrutar de las fiestas patronales en honor a la Virxe do Faro del 8 y 9 de septiembre.

En la cita también estuvo el alcalde de Agolada, Ramiro Varela, que se sentó a la mesa con unos 120 comensales, entre ellos estaban miembros de la corporación municipal, así como el exalcalde de Lalín José Crespo, su hermano Antonio Crespo, el regidor compostelano Agustín Hernández y el alcalde de Dozón, Adolfo Campos. "Es una cita en la que se reúnen los pedáneos de las parroquias y los trabajadores del ayuntamiento. Es una fiesta a la que siempre acudió mi suegro y nosotros continuamos con la tradición", señaló Varela.

Entre los asistentes estaban los protagonistas de la fiesta, los emigrantes, como Amador Méndez Pallares de Ventosa que no pierde esta fiesta junto a su familia. Está viviendo en Sestao (Vizcaya) desde el año 1957. "Me fui para Bilbao porque era menos caro que marcharse a otros lugares como Venezuela y allí tenía unos amigos que al día siguiente ya me encontraron trabajo, pero cobrando sueldos pequeños", recuerda Méndez.

Al País Vasco también se marchó Manuel Cuñarro Carril, natural de Buxán en Ventosa, y en la actualidad vive en Santander. Desde que abandonó su tierra natal ya pasaron 42 años. "Los principios siempre fueron duros, aunque puedo decir que tuve mucha suerte", recalcó Cuñarro que le encanta esta celebración."Es una fiesta bonita y lo importante es que las mujeres también pueden disfrutar porque en la de septiembre son ellas las que tienen que cocinar".

Este festejo tampoco lo pierde el andaluz José Antonio Ruiz que está casado con una vecina natural de Artoño. "Esta celebración es muy propia de la fiesta gallega, con su carballeira, la música y lo más bonito, y que me llamó la atención los primeros años, fue el ambiente familiar que se respira". La velada contó con la degustación gratuita de unos 25 kilogramos de sardinas gratis.

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