La asociación Rapa das Bestas, el colectivo que trabaja para perpetuar esta célebre tradición en la parroquia estradense de Sabucedo, participó el pasado sábado en un encuentro programado por un colectivo que busca fomentar la presencia de caballos salvajes en los montes de Galicia, propiciando la custodia del medio natural. En el marco de esta jornada, en la que la asociación estuvo representada por Iván Sanmartín, se abordaron dos problemáticas: el decreto que trata a las "bestas" como ganado de explotaciones equinas y las problemática de los cierres en el ámbito forestal. En este sentido, salió a colación la polémica surgida el verano pasado por el proyecto de construcción de un cierre en montes de Cerdedo, en un ámbito que habitan las manadas de O Santo. Sanmartín abogó por alcanzar el "entendimiento" y compatibilizar en este área forestal los distintos usos.
Rapa das Bestas se puso en contacto en julio de 2014 con el Concello de A Estrada para hacerle llegar su preocupación por la construcción de nuevos cierres en una zona de monte de Cerdedo donde pastan los caballos de Sabucedo. Se indicó que ya se habían practicado en este entorno dos cierres. Aunque aseguraban que estos ya interferían en la zona en la que suelen estar los caballos de O Santo, la asociación no actuó al estimarlos de carácter puntual. Sin embargo, el pasado verano el colectivo estaba preocupado por si este tipo de actividades continúan proliferando y las manadas se van quedando sin el hábitat natural en el que viven desde hace siglos.
En este mismo contexto, Rapa das Bestas recordó en su día que estos caballos tienen reconocido a través de una sentencia judicial su derecho a pastar en los montes en los que viven y, concretamente, también en esta zona forestal de Cerdedo. Indicaron que entre las décadas de los 60 y los 70 el antiguo Icona hizo una plantación en este entorno. Al parecer, se intentó restringir el acceso a los caballos de Sabucedo a este área plantada. La Iglesia, que entonces llevaba la fiesta de la Rapa, presentó una demanda en el juzgado y la ganó. Ello conlleva que estos caballos tengan derecho, aunque los terrenos no pertenezcan ni a la asociación ni entonces al Arzobispado, a estar en estos montes por su condición de animales salvajes que han permanecido en estos parajes desde tiempos inmemorables.
Iván Sanmartín, integrante de Rapa das Bestas y abogado de la entidad, explicó que, de momento, el cierre en cuestión no está hecho pero que el proyecto sigue en vigor. Defendió el derecho de los comuneros y ganaderos pero también el de los animales de la cabaña de O Santo, por lo que apostó por llegar a un acuerdo, sin resolver la problemática de manera unilateral e intentando evitar que la cuestión llegue al juzgado.
Incidió en la necesidad de encontrar "un camino por el que buscar una solución conjunta". "En el monte cabemos todos", añadió.
Por otro lado, Sanmartín explicó que en el citado encuentro celebrado en Cerdedo se subrayó que este tipo de cierres favorecen los ataques del lobo, ya que la astucia del animal le lleva a utilizarlos para acorralar a los équidos.
