Con el remate del curso escolar finalizan también las actividades de educación para el desarrollo promovidas por Asemblea de Cooperación pola Paz (ACPP) y Asociación Galega de Reporteiros Solidarios (Agareso), con el apoyo de la Xunta. El IES Laxeiro es uno de la docena de centros gallegos que este año ha acogido el proyecto Escolas sen Racismo, un movimiento que engloba a más de medio millar de centros en toda Europa.

En las últimas semanas se han presentado en el instituto reportajes del taller de televisión para la formación en valores y los participantes recibieron sus diplomas. Protección ambiental y animal, cooperativismo o comercio justo y consumo responsable son algunas temáticas abordadas. También se trabajó sobre el manifiesto de las Escolas sen Racismo, a través del que se promueve el reconocimiento de las diferencias, se fomenta la igualdad de oportunidades y la convivencia intercultural, se contribuye a la construcción de una cultura de paz basada en el respeto a los derechos humanos y se favorece la participación social. Los alumnos reflexionaron, igualmente, en torno a la exposición Mira ti y tomaron parte en sesiones de teatrofórum, en las que se expone algún conflicto cotidiano cuya solución tiene que representar el alumnado, favoreciendo así la empatía y la autoestima. Películas sobre tolerancia, desigualdades o la problemática Norte-Sur propiciaron el debate y análisis de las causas que originan las injusticias y la oferta de alternativas de solución pacífica. Para valorar la interiorización de los contenidos de todas las propuestas se empleó el llamado Test de tolerancia, encuesta en la que se muestran situaciones de discriminación con varias respuestas alternativas.

Por su parte, el CEIP Xesús Golmar recibió esta semana la visita de Gaela Consultora y Anxo García para representar el cuento Ghatobicho, a través del cual se intenta transmitir a los más pequeños la problemática de la violencia de género e inculcar los valores igualitarios entre niños y niñas para erradicar esta problemática desde la raíz, la educación. Con la colaboración del lalinense Anxo García, la obra llegó a un aula de sexto a través de títeres de dedo, haciendo partícipes a los propios alumnos, que construyeron in situ sus gatitos con una técnica sencilla de papiroflexia y se integraron, de este modo, en el desarrollo del cuento. Ghatobicho describe la situación de violencia que viven unos gatitos y las soluciones que se adoptan.