El Pazo de Oca continúa su senda de apertura con nuevas propuestas para facilitar las visitas a estas dependencias palaciegas, de las que hasta ahora el público solo conocía sus afamados jardines. Una de las últimas apuestas de los Medinaceli es alquilar el conocido como Versalles Gallego para programar retiros espirituales, una iniciativa que coordina María del Prado, esposa de Pablo de Hohenlohe, nieto de la fallecida duquesa de Medinaceli, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa. La propia María del Prado explicó a FARO DE VIGO que estos retiros se programan a lo largo del año, si bien también pueden diseñarse a demanda para grupos y empresas.
Bajo el nombre de Health&Heritage, este programa propone al Pazo de Oca como espacio ideal para huir de la vertiginosa y ruidosa rutina diaria. La propuesta presenta a este monumento "de arquitectura pétrea y vegetal" como "el más señorial y mejor conservado de los pazos", con un marco natural incomparable que todavía conserva "el doble carácter de jardín ornamental y de huerta productiva con que nació para servir al ideal diocechesco de perfecta armonía entre utilidad y belleza".
El retiro diseñado por los Medinaceli ofrece como atractivos el disfrute de las propias dependencias del pazo, de su extenso entorno natural y la práctica de diversas actividades, poniendo también especial acento en cuestiones como la alimentación.
Junto a los conocidos jardines del palacio, se invita al visitante a gozar del bosque y sus senderos. El jardín de Oca desemboca, al sur del recinto amurallado, en una fraga, conocida como Bosque de Gullife, poblado de robles y alcornoques centenarios. "Podemos conectar con la naturaleza más virgen e impregnarnos de su sobrecogedora belleza. Siente como tu cuerpo, tu mente y tu espíritu se sienten vivos y vibran en nuestras rutas de paseos diarios con un experimentado guía", propone el catálogo promocional a quienes se sumen al retiro espiritual.
Para cuidar y nutrir el cuerpo, el plan propone un programa de alimentación basado en "deliciosos platos caseros vegetarianos" preparados con hortalizas orgánicas y de temporada de su extensa huerta y con conservas artesanales elaboradas en Oca.
Como actividades para acompañar los paseos y el propio contacto con el entorno, la iniciativa propone yoga, meditación y jardinería. El yoga se plantea tanto para quienes tengan en este retiro su primera experiencia con el yoga como para aquellos que llevan tiempo practicándolo, animando a aprovechar el silencio de Oca para nutrir el espíritu a través de la meditación. Y como meditación activa, se ofrece la jardinería. La idea es que los visitantes participen en clases diarias de jardinería, apuntándose así a las nuevas terapias horticulturales. "Reconectarás con tu estado primario, meterás las manos en la tierra y afinarás tu sensorialidad táctil y aromática. El jardín de Oca fue diseñado para ser disfrutado con los cinco sentidos", se indica.
De cuatro o siete días
María del Prado explicó que estos retiros se organizan con una duración de cuatro o siete días. Programan varios a lo largo del año y se está diseñando uno para el próximo mes de octubre, aunque todavía están pendientes de decidir las fechas. Esta práctica comenzó en Oca durante el pasado mes de mayo, concretamente del 16 al 23. En todo caso, indica que también se organizan bajo demanda. De hecho, está previsto realizar uno para una empresa de tres días de duración desde el próximo 9 de julio.
El precio de este servicio está condicionado por el número de personas que participen en esta experiencia y por las actividades en las que estén interesados. En cuanto a la petición de información o la realización de reservas para escapar en Oca del mundanal ruido, las personas que deseen disfrutar de uno de estos retiros espirituales pueden contactar con la Fundación Casa Ducal de Medinaceli a través del teléfono 954 225 055 o bien a través del correo electrónico matilde@fundacionmedinaceli.org.
Quienes se animen a realizar un paréntesis en el ajetreo diario para disfrutar de la calma en Oca podrán sumergirse también en su ambiente palaciego. En el programa de mayo, los alojamientos propuestos fueron la Suite de la Duquesa, el Cuarto del Príncipe -habitación en la que se alojó Don Alfonso de Borbón y Battenberg, Príncipe de Asturias, la última noche antes de marcharse al exilio en 1931-, la Suite Amarilla, la Suite del Obispo,, las habitaciones del Duque, Los Pajaritos 1, Pajaritos 2, Habitación Verde y Habitación de Don Manuel.
