El BNG de Lalín no estará en el nuevo grupo de gobierno. La posición del Consello Local fue ratificada anteayer en una reunión con la militancia en la que se ratificó esta postura, por lo que el único concejal nacionalista electo, Xosé Manuel López, estará en la oposición junto al PP. La decisión fue acordada por unanimidad y está en la misma línea de la mostrada la semana pasada relativa al "papel activo" que los nacionalistas desean "a la hora de contribuir al cambio de gobierno en nuestro concello".

La nueva etapa política en la capital dezana pasa, según la formación representada por López, por cuatro ejes fundamentales: el refuerzo de los servicios sociales municipales, medidas contra el desempleo, defensa del medio rural y la democratización y transparencia de la administración pública. "Estos son puntos indispensables que condicionarán el apoyo al nuevo gobierno", recalca el BNG en un comunicado.

Las bases de la formación nacionalista y su consejo de coordinación precisan que ejercerán su papel de oposición fiscalizando sus acciones y recalca que no asume compromiso alguno "más allá de la investidura" a Rafael Cuiña como próximo alcalde. Es decir, por un lado establece una serie de prioridades u hoja de ruta para supeditar los apoyos puntuales a un ejecutivo sustentado por ahora por Compromiso por Lalín (CxL) y PSOE, pero al mismo tiempo anuncia que ejercerá una labor de control como corresponde a un grupo de la oposición. En todo caso, la comunicación del Consello Local reitera su clara predisposición al "diálogo para hablar y negociar para llegar a acuerdos que permitan efectivizar medidas que mejoren la calidad de vida de nuestros vecinos".

Además de hacer públicas las que el BNG entiende como necesidades acuciantes en este nuevo escenario político, tras la pérdida de la mayoría absoluta del PP de José Crespo, también expone otros planteamientos clave. Una de ellas tiene que ver con la anteriormente citada democratización del concello y tiene que ver con el replanteamiento de los horarios de los plenos municipales "con el fin de hacerlos más accesibles", o la supresión de gastos superfluos como la Encomenda do Cocido o la comida oficial de dicha celebración gastronómica. Otras iniciativas pasan por la elección democrática de los representantes vecinales -también suprimiendo la denominación concreta de pedáneo- o que el nuevo gobierno revoque el principio de acuerdo "sobre el Párking Europa". En este sentido hay que mencionar que el todavía ejecutivo en funciones de Crespo había pactado la compra del estacionamiento a la inmobiliaria Portas y Acuña por 3,3 millones de euros, pero esta decisión tendrá que ser ratificada por el gobierno resultante de las urnas. Estas son "reivindicaciones que el nuevo ejecutivo tendrá que asumir en clave de llegar a acuerdos puntuales que permitan la gobernabilidad de un gobierno en minoría", alegan los nacionalistas.

Si en días pasados el BNG no cerraba totalmente su posible entrada en el futuro en el gobierno, ahora en este comunicado insiste en que estará al margen y lanza un aviso a navegantes: sin su apoyo Cuiña dirigirá un ejecutivo en minoría.