El nuevo Plan de Ordenación Municipal (PXOM) del Concello de A Estrada, que ya está en funcionamiento, establece protección para un total de 220 yacimientos arqueológicos dentro de su catálogo de bienes y elementos relativos al patrimonio cultural. Así, el amplio rural estradense queda en buena medida reservado para su control y protección, haciendo especial hincapié en los castros que coronan los montes locales, de los que hay contabilizados sobre una treintena.
Entre esos treinta castros para los que el Concello ha otorgado su reserva y protección se halla el castro de Preguecido, en Aguións, la Roda do Outeiro de Santo Tomé de Ancorados, el castro Perita, en Arca, el castro de Avelino, en Arnois, el castro de Barbude, el castro de Aldea Grande, en Callobre y otros como el de Couso, Guimarei, Matalobos, Olives, Orazo, Remesar, Ribela o Santeles. En la zona de Vea se detectan varios como el castro de Outeiro, en San Xurxo, o el de San Bartolomeu, emplazado en los montes de San Xiao.
Estas zonas son contempladas como espacios que guardan una gran importancia por sus valores etnográficos, culturales y arqueológicos. Además, según se explica en el propio documento del Plan Xeral, son bienes objeto de protección con carácter abierto, por lo que a estos lugares se pueden añadir nuevos elementos protegidos.
La categoría de yacimientos arqueológicos también contempla un gran número de iglesias pertenecientes a una veintena de parroquias estradenses. No se detalla sin embargo el por qué de la diferente catalogación de estas edificaciones y las restantes iglesias parroquiales, que se incluyen en el apartado de arquitectura religiosa. Entre las observadas como yacimientos se halla la de Agar, San Pedro y San Tomé de Ancorados, Santa Mariña de Barcala, San Miguel de Castro, Codeseda, Frades, Lagartóns, Loimil, Oca, Orazo, Ouzande, Remesar, Rubín, Ribela, Riobó, Santeles, Tabeirós y San Xurxo de Vea.
Otro de los elementos de gran valor patrimonial dentro del término municipal de A Estrada es la histórica torre de Guimarei, que sale acompañada en el catálogo de otras infraestructuras que forman parte del legado de sociedades pasadas como el puente de piedra ubicado sobre las aguas del río Liñares, entre las parroquias de Moreira y Lagartóns. En ocasiones, este enclave permanece con su esplendor oculto debido a la acumulación de basura depositada allí sin control. Así, los que deseen disfrutar de dicho paraje pueden toparse con algún electrodoméstico abandonado a su suerte a los pies del puente.
También se establece protección para la conocida como cruz de A Grela, ubicada en los montes de Codeseda.Este monumento se encuentra asentado sobre una piedra natural, con unos relieves tallados por el cantero responsable de su obra. Sus brazos son asimétricos. En este punto tenía lugar antaño el encuentro entre las procesiones de A Grela y A Sagrada. Y hablando también de elementos protegidos ubicados en el monte, el catálogo contempla de igual forma el petroglifo de Porcate, en la parroquia estradense de Sabucedo. Es el único elemento de este tipo en esta categoría.
El resto de elementos que completan la lista son túmulos -montones de tierra y piedras levantados sobre una tumba o varias- como el de Estivada, en Santeles; o zonas de monte como de Arnado en Codeseda o el de Rigueira, en Nigoi. También destaca un alto número de dólmenes, esparcidos principalmente por las parroquias de Souto,que tiene sobre una decena, Santeles, San Xiao de Vea o Aguións.
