El próximo sábado, día 24, tendrá lugar en Santiago un acto conjunto de los municipios que conforman el programa Xenerais do Ulla. Entre ellos figuran Silleda y Vila de Cruces, cuyos responsables de mantener viva esta tradición trabajan, desde hace semanas, en la puesta a punto de los uniformes y en la batalla dialéctica a la que se enfrentarán los Xenerais.
El Alto dos Xenerais más madrugador será en la parroquia cruceña de Merza. La asociación Vello dos Cornos programa el evento para el 8 de febrero, coincidiendo con la Feira do Cocido de Lalín. La presidenta del colectivo, Belén Guzmán, explica que el desfile arrancará en torno a las 15.30 horas para celebrar el alto propiamente dicho a las 17.30 horas, en el campo anexo a la iglesia parroquial. Desfilarán nueve Xenerais (tres de ellos mujeres) y el Correo, al igual que en años anteriores. Como novedad, "este año tenemos ya los gorros para los niños que nos acompañan, Alba, de nueve años, y Enzo, de siete". Sin lugar a dudas que estos dos chavales lucirán más que orgullosos unos tocados tan vistosos.
Guzmán adelanta algunos de los temas que van a centrar el debate de los Xenerais, y que se escogieron desde hace ya algunas semanas. De hecho, todos están ensayando sus coplas desde mediados de diciembre. "Hablaremos del ébola y de la Casa Real, que va a mencionarse más de una vez". Tampoco faltará la crisis y, por supuesto, el repaso a la política local, de la que se encargarán los Mouros, que participan en el desfile a lomos de un burro. El Escribano tiene como encomienda hacer memoria del trabajo del alcalde desde el Entroido pasado, y el Frade repasará la labor eclesiástica.
Pero, para ir haciendo boca, Vello dos Cornos organiza una fiesta de disfraces ya este 31 de enero, con diversos premios y con un dúo que amenizará una velada que promete ser larga.
Mientras tanto, el colectivo Xenerais do Entroido da Bandeira prevé la Vellada para el 13 de febrero, y su Alto para el 14, de modo que el Alto Infantil será a las 17.30 horas y, una hora después, el de los 11 Xenerais adultos. Igual que en Merza, el colectivo que encabeza José Ramón Calviño ya está perfilando todos los detalles para que nada escape a una jornada lúdica pero también muy irónica con la realidad que nos rodea. Durante estos días, dan los últimos toques a los trajes, que también comparten con la parroquia de Lamela, otra de las zonas que aún conserva una tradición que bebe de la invasión francesa.
