Cuando está a punto de cumplirse un año desde que el Concello de A Estrada solicitó a la Xunta de Galicia que remitiese personal técnico para estudiar varios puntos negros para el tráfico en la carretera que une A Estrada con Santiago, la PO-841, el gobierno local da por completadas las obras que buscan reducir la siniestralidad en una infraestructura que utilizan a diario muchos vecinos del municipio.

Fueron cuatro los considerados por el ejecutivo local como puntos negros para la circulación por esta vía en el término estradense. Después de los pertinentes estudios técnicos por parte de la consellería, se programaron y ejecutaron actuaciones en todos ellos. Las obras terminaron estos días en la pronunciada curva que pone fin a la recta de Baloira. En esta zona la Xunta descartó que la elevada siniestralidad registrada se debiese a un problema de firme deslizante, achacándola en cambio a altas velocidades y a una inadecuada señalización, según se explicó desde el ayuntamiento.

Para atajar esta situación se apostó por mejorar la señalización, advirtiendo a los conductores de la presencia de una curva peligrosa ante la que se sugiere -la señal instalada es de recomendación, no de obligación- aminorar la velocidad a 50 kilómetros por hora. Justo después de esta curva comienza la limitación de 60. A mayores, en los últimos días se colocaron los denominados "ojos de gato" para mejorar la visibilidad nocturna en este tramo de la PO-841, concretamente, en la parte central y en el lateral de la calzada. José López aseguró que la mejora en este punto es "sustancial" y que la actuación realizada permite advertir al usuario de la vía que la larga recta desemboca en curvas peligrosas encadenadas.

En un primer momento desde el Concello se valoró que en este punto podría existir un problema de superficie deslizante, estimándose que la solución pasaría por aplicar un tratamiento a toda la curva, algo que finalmente quedó descartado. Este tratamiento sí se aplicó, por el contrario, en una curva de la PO-841 próxima al casco urbano, en las inmediaciones del tanatorio. Aunque el número de accidentes en el primero de estos puntos no suele ser al cabo del año tan elevado como en el caso del segundo, los siniestros que se producen acostumbran a deparar heridos de mayor gravedad.

El tercer punto negro corregido fue el situado antes de la recta de Baloira, al pasar el polígono industrial de Toedo. En esta zona acostumbraba a haber gran presencia de agua sobre la calzada, con el consiguiente efecto de aquaplaning, algo que ya fue corregido.

Finalmente, la cuarta zona conflictiva se señaló en el entronque de la carretera A Estrada-Santiago con el vial que une Souto de Vea y el vecino municipio de Cuntis. En este punto se adoptó un sistema de balizas y se señalizó 200 metros antes el Stop, dotándolo de una mayor luminosidad.