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Solidaridad dezana en el corazón de África

La cooperante lalinense Beatriz Ferradás Gallego trabaja en la puesta en marcha de un orfanato en Togo

En el sentido de las agujas del reloj: La cooperante con el hijo de una amiga togolesa, en una escuela durante unas clases, junto a compañeros de Res Togo y ayudando en tareas cotidianas con nativos del país africano.

A principios de este año viajó sola por primera vez a Togo porque "siempre quise formar parte de la ayuda humanitaria y quería ir a ver realmente en qué podría ayudar porque no me parece lógico mandar dinero desde aquí sin saber quién lo va a tener y todo eso", explica Beatriz Ferradás Gallego, la cooperante lalinense de Res Togo, una oenegé que trabaja en varios puntos de este país africano. "Una conocida mía de Andorra me habló de la oenegé y me dijo que no me preocupara porque estaba bien y todo eso, algo que me tranquilizó, y allí me fui con esta organización muy pequeñita que trabaja sólo a nivel local, que era lo que yo buscaba", continúa Beatriz. La joven dezana intenta poner en marcha ahora una delegación de Res Togo en Lalín con la que canalizar la ayuda necesaria para los proyectos que están ahora en marcha en el país africano. Con tal motivo, Ferradás pone a disposición de todos los voluntarios el teléfono 660 812 433 para aclarar cuanta duda surja al respecto.

"Lo que hago ahora con ellos es un poco voluntario, si quiero hacer algo lo hago si pienso que tengo las nociones necesarias para ello y con las necesidades que ellos tengan", asegura Beatriz Ferradás sobre su trabajo actual con Res Togo. La joven, que ahora estudia Educación Social, está centrada en la formación en lugares como Lomé, Atakpamé y Oulita, tres centros neurálgicos del país. "Esta vez, que fue la segunda que estuve en Togo, impartí conferencias sobre la sexualidad porque tienen muchos problemas, no saben usar el preservativo y ni siquiera los compran, aunque afortunadamente no es una zona machacada ni por el ébola ni tampoco por el sida, como pasa por ejemplo más al sur del continente", indica Ferradás. La joven voluntaria lalinense también trabajó en una guardería y en un orfanato "porque necesitan personal puesto que, imagínate, a lo mejor está una sola persona para un centenar de alumnos, algo inviable desde cualquier punto vista".

Res Togo, la onegé en la que trabaja Beatriz Ferradás, es un grupo heterogéneo donde "hay católicos y laicos y, aunque de momento no hay musulmanes, es una organización abierta a cualquier incorporación", asegura la lalinense. Ferradás también recuerda que ahora necesita ahorrar para volver porque "en la asociación tienes que pagar 10 euros al día para comer, alojarte y realizar las misiones puesto que carecen de cualquier subvención del Estado". Res Togo goza de buenas relaciones institucionales con los actuales gobernantes de Togo, aunque Beatriz explica que "no te dejan hacer ciertas cosas pero en los colegios privados es todo más fácil porque hablas directamente con el director y te permite trabajar".

La idea de Beatriz Ferradás es poder abrir lo antes posible una oficina de Res Togo en Lalín "para evitar desplazarme fuera de aquí y darle más tranquilidad a los futuros colaboradores". Otra de las opciones que ofrece esta cooperante a los futuros colaboradores dezanos de Res Togo es la de "dar dinero si es que no quieren o no pueden desplazarse hasta Togo".

El vínculo entre Beatriz Ferradás y los compañeros de Res Togo es tan grande que la voluntaria dezana no duda en afirmar que "son como unos hermanos para ti porque pasamos mucho tiempo juntos y trabajamos codo con codo". Aunque se le ilumina la mirada cuando se le pregunta por su experiencia africana, Beatriz no contempla trasladarse de forma definitiva a Togo pero sí "vivir allí una época larga porque nunca se sabe, aunque a mi familia no le gustaría mucho". Lo que sí tiene claro es que su continente preferido es África porque "Asia nunca me llamó tanto, la verdad, porque la cultura africana me encanta", sentencia.

Por último, Beatriz alaba la cocina togolesa, de prestigio en África. De hecho, "yo comí tan bien que hasta engordé y todo allí", manifiesta. "Se come un poco de todo en función de los medios de que dispongas, las familias no comen todos los días carne o pescado, evidentemente", argumenta la cooperante lalinense. Ferradás calcula que podría regresar a Togo tras las fechas navideñas y espera hacerlo con la misión cumplida.

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