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Policías o barqueros

Un nuevo desborde de fecales ante el colegio de Figueiroa obliga a la Policía Local de A Estrada a cruzar a los niños en brazos

Imagen de la zona, pocos minutos después del desborde de fecales. // Bernabé/Javier Lalín

La zona de Figueiroa en la parte baja de la Avenida de Santiago vivió ayer un nuevo episodio que ahonda en sus problemas con el alcantarillado. En la jornada de ayer, las fuertes lluvia caídas en el lugar volvieron a desbordar las alcantarillas de fecales y todo coincidiendo con la salida del colegio de Figueiroa. Esta situación dejó imágenes esperpénticas como ver al Policía Local que todos los días se encarga de regular el tráfico y el paso de peatones situado ante el centro escolar cruzando en brazos a los niños.

Tras toda la mañana descargando agua, el punto álgido y casi final de la tromba caída en la jornada de ayer en A Estrada llegó en torno a las 13.45 horas, momento en el que los escolares se preparaban para salir de clase. A esa hora, la situación en la parte final de la Avenida de Santiago era, una vez más, crítica. Las alcantarillas de toda la zona se desbordaron, vertiendo grandes cantidades de fecales a la calle. En el momento en el que tocó el timbre de salida, las aguas en el paso de cebra situado ante el centro escolar de la zona alcanzaban casi la rodilla.

Esta situación obligó a cambiar por un día la función del Policía Local encargado de regular el tráfico a esa hora. El agente comenzó a desviar a los niños para impedir que cruzasen en el paso de cebra y se dirigiesen a lo largo de la misma acera. El problema llegó con aquellos que debían cruzar para dirigirse hacia sus vehículos aparcados en la calle anexa. Muchos se aventuraron a cruzar, descubriendo posteriormente que las aguas en las que se estaban metiendo no eran solo pluviales. Otros incluso recibieron la ayuda del propio Policía Local para poder cruzar a los niños.

Tan solo unos minutos después de la salida del colegio, la fuerza de la lluvia bajó, lo que redujo también considerablemente la inundación en la zona. Con la baja del agua, el lugar volvió a quedar llenos de restos de fecales y basura de todo tipo. En el lugar se personaron también responsables de obras del Concello de A Estrada.

Cabe recordar que en los últimos meses el gobierno local ha encargado un informe para conocer el estado de la red de alcantarillado en la zona y encontrar de esta manera una solución al problema. Mientras tanto, los escolares tendrán que seguir conviviendo con la crecida.

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