Ni el Concello ni los propietarios. Vecinos de la parroquia estradense de Guimarei asumieron ayer como propia la iniciativa de colocar en el acceso a la mítica Torre de Guimarei un cartel advirtiendo del peligro existente en su entorno por riesgo de derrumbe. Fuentes vecinales aseguraron que estas indicaciones se colocaron ya hace aproximadamente dos años, bajo la pretensión de salvaguardar la seguridad tanto de quienes se acercan a disfrutar de este emblema estradense -denota la ausencia del cuidado y puesta en valor que le corresponderían- como de los chavales del entorno que, señalan, se reúnen en sus cercanías.

Las mismas fuentes insistieron en que ni el ayuntamiento ni la familia propietaria asumieron la colocación de esta cartelería que advierte del mal estado en que se encuentra la estructura. Explicaron que se decidió colocar el cartel en una de las partes a las que confieren una mayor peligrosidad, justo en la entrada hacia la torre de esta fortaleza, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y desde hace años uno de los emblemas patrimoniales de A Estrada.

Uno de los miedos de los vecinos es que los chavales que con frecuencia se reúnen en la fuente próxima a la finca en que se levanta esta construcción suban a estos muros y pueda producirse un accidente. Reconocen estos vecinos que, hasta la fecha, no se pusieron en contacto con el ayuntamiento para expresarle su temor por el estado de la estructura, si bien el deterioro es algo que pude apreciarse a simple vista.

Cualquier actuación sobre la Torre de Guimarei, en atención a su catalogación como BIC, exige los correspondientes permisos de Patrimonio. A este conjunto arquitectónico, del siglo XII, se adosó en el XVI el pazo. Todo ello se encuentra asediado por la vegetación y, lo que es peor, con el riesgo de derrumbe de algunas de sus piezas.

Pese a ser uno de los emblemas locales, estos elementos no forman parte del patrimonio público de A Estrada. El Supremo concedió al Concello en 2007 el derecho de retracto sobre la torre pero hace unos meses el gobierno reconoció que en estos momento tiene completamente descartada su adquisición. Se decantó entonces por una colaboración con los propietarios para encontrar la fórmula para poner en valor esta propiedad. Mientras estos acuerdos no muestran frutos, los vecinos advierten del peligro para quienes se acercan a descubrir o disfrutar de este BIC.