Tras conocerse la semana pasada la aprobación del parque eólico que promueve la empresa Taboada y Ramos en Pico Seco, desde la Consellería de Economía e Industria se indica que los complejos que promueven otras dos firmas dezanas, Cogal Renovables y Renovables San Martiño, se encuentran ya en la última fase de tramitación. Aunque evita dar plazos, la Xunta recalca que los dos parques sí van a salir adelante.
En el caso de Cogal Renovables, la cooperativa rodeirense obtuvo los 30 megavatios (MW) que había solicitado, repartidos entre los 12 del parque que construirá en A Cañiza y los 18 de Arbo, mediante una inversión de 2,64 millones de euros. Como contraprestación, parte de los beneficios se destinarán a construir una planta de biogás que solucione el problema del purín de las propias granjas de Cogal así como de buena parte de las explotaciones de Rodeiro. El problema radica no tanto en la fase en que se encuentra el proyecto eólico, sino en el plan parcial que promueve la cooperativa para aumentar su suelo industrial en Álceme, pues va más retrasado de lo deseable. "El año que viene termina el plazo de desarrollo de nuestro plan industrial, con lo que tendríamos que poder pedir licencia para construir la planta ya entre este mes de septiembre y octubre", explica el gerente de la cooperativa, Juan Castro. Los trámites del plan sectorial arrancaron hace más de tres años, en marzo de 2011, y es la consecuencia de que el Plan de Urbanismo no contemplase las naves de Cogal dentro de la ordenación. El trámite más reciente de este plan sectorial es la aprobación de la ocupación directa de aquellas fincas cuyos dueños decidieron no formar parte de la junta de compensación.
Pérdida de ayudas
Si a finales de verano Cogal no puede pedir las licencia de obra por culpa de las demoras del plan parcial, "nos caemos del concurso eólico". Y es que a causa de estos retrasos la empresa ya tuvo que retrasar su planta de biogás en dos ocasiones y corre el riesgo de perder ayudas para la misma. Cogal es, a día de hoy, la empresa más potente de Rodeiro, con 140 empleados y una facturación de 50 millones de euros al año. Con este plan industrial invertiría 3 millones para crear cinco puestos de empleo, pero su necesidad de crecimiento se ve frenada por las trabas burocráticas, "porque llevamos más de 10 años sin poder colocar un bloque", añade Juan Castro.
Y de una empresa imprescindible para Rodeiro a otra muy relevante en Dozón y Lalín. Renovables San Martiño está vinculado al grupo empresarial de la familia Campos, y en el concurso eólico se le concedieron 12 de los 30 MW para construir un parque eólico en Tenzas do Aire, en la Serra do Farelo. Su plan industrial se centra en mejoras en la investigación y mejora tecnológica de la seguridad alimentaria de Nucamsa y otras empresas del grupo. La previsión inicial pasaba por crear 67 nuevos puestos de empleo, que tras el recorte de la potencia concedida pasan a ser una treintena. David Campos explica que se optó por empezar a desarrollar dicho plan industrial ya el año pasado y que, al igual que el de Cogal, tendrá que estar listo el ejercicio que viene. Ello obligó a adelantar el dinero que, si se cumpliesen todos los plazos, tendría que haber procedido del beneficio de los parques eólicos. "Estamos cumpliendo los plazos", añade Campos.
Por otra parte, Economía e Industria dará a conocer este lunes, día 30, las primeras renuncias del concurso eólico. Estas bajas no conllevan una sanción económica, porque la Xunta devolverá los avales que depositaron las empresas promotores en el momento de la adjudicación.
