Los departamentos municipales de Festas y Cultura, que dirigen respectivamente los ediles Nemesio Rey y Juan Constenla, se aliarán finalmente para cubrir los costes del XFest organizado para el domingo de las fiestas de A Estrada por los tres colectivos juveniles implicados en la recuperación del bajo de la estación de autobuses -Big Bang, Launch Systems Skateboard y A Estrada Underground- contando con el apoyo de los monitores de tiempo libre Annie Sánchez y Alonso de la Cantera. De este modo, tras los contactos mantenidos en los últimos días con Rey, Constenla y con el propio alcalde como mediador, se despejan del horizonte los nubarrones que amenazaban con diluir el evento, forzando una suspensión que ya estaba siendo barajada por los jóvenes organizadores del evento en vista del importante retraso en la confirmación formal por parte del Concello de que asumirá los gastos derivados del festival, como siempre les había prometido Nemesio Rey a los jóvenes.

Estos llevan meses de ardua planificación y en estos días tenían que cerrar múltiples detalles pero no podían hacerlo sin saber que, efectivamente, tenían fondos para llevarlos a cabo. Así, por ejemplo, tras cerrar el plazo de inscripción en el concurso de graffiti, tenían que encargar los materiales solicitados por los participantes para llevar a cabo las creaciones de las que ya han presentado el correspondiente boceto. El encargo de esos materiales se ha visto demorado. Habrá 7 graffiteros. Entre ellos figura el profesor de la Asociación Vellaescola de Santiago, Anthony, que actualmente está impartiendo talleres en Baleares. Ejercerá de jurado el graffitero profesional Disoh, que agasajará a los jóvenes con un graffiti. Pero para contar con este experto, que viene de manera completamente desinteresada, era necesario cubrir gastos de viaje y alojamiento. Lo mismo ocurría con el skater Miguel Ángel Urbina, de Mallorca. Promotor de seis skateparks en Sober, hará una exhibición en A Estrada. Al no tener confirmación de que el Concello cubriría los gastos, se han retrasado las reservas, que ahora habrá que hacer de urgencia.

Por la misma razón se ha demorado la construcción de la pista de skate en la estación. Tras obtener gratis su diseño, los jóvenes estradenses han recabado la implicación de la firma coruñesa Other para construirla. Costará 1.000 euros y quedará para su posterior utilización mientras que alquilarla solo para ese día podría suponer 3.000 euros. Sobre ella actuarán además de Urbina otros skaters muy prestigiosos como el campeón gallego Rubén Cajaraville o el skater profesional Javier Saavedra. Cajaraville participó en el Marisquiño, la mayor competición de deportes extremos, que se celebra en Vigo. El Marisquiño también ayuda a los jóvenes estradenses.

Otro problema que se acaba de disipar con el visto bueno de Festas y Cultura de financiar los gastos -tal y como desde hace 4 meses se les había prometido a los organizadores- es la carencia de un escenario y de equipos de sonido que amenazaba con obligar a suspender los conciertos de hip hop y rock. Los grupos Ley Innata (de hip hop de Vigo) y Enki -fruto de la fusión de integrantes de otras bandas y que proyecta presentar su nuevo disco en A Estrada- necesitaban un escenario.

Hace meses no estaba previsto que hubiese fiestas el domingo y se preveía que los colectivos juveniles pudiesen tener uno a su disposición. Pero la ampliación de los festejos al domingo amenazaba con dejarles sin escenario y sin equipos de sonido, cuatro meses después de haber emprendido con desbordante ilusión un evento en el que los participantes actuarán gratis. Habrá músicos locales -Eleme y Eric El Chico de Gali- y otros foráneos como Kapicúa (grupo santiagués), Olímpicos (de hip hop), Webo , Ayman, Selekth y el grupo de jóvenes alumnos de Carbajal.

Afortunadamente, el visto bueno del Concello evitará que los jóvenes tengan que suspender un evento abierto a la participación de las familias y del público en general que pretende hacer partícipe a toda la sociedad de las aficiones y del trabajo desinteresado de un buen número de jóvenes estradenses, que temían perder su credibilidad por razones ajenas a su trabajo.