-¿Suele mantener contacto con su familia en tierras dezanas?

-Lo cierto es que cuando voy a Galicia suelo ir a Santiago, una vez cada dos meses y depende de las épocas del año. En verano voy a Lalín, a las fiestas de Alvarellos, y también a la parroquia de Feás.

-¿Qué opinión le merece el panorama literario gallego actual?

-Sigo bastante la actualidad literaria gallega. De hecho, en La Central de Callao me encargo de realizar un ciclo de recitales de poesía llamado "Tinta roja" donde procuro incluir a poetas gallegos. Recientemente estuvo por aquí Luz Pichel y está previsto que venga Chus Pato más adelante. El ciclo se desarrolla en primavera y en otoño en distintas fechas.

-Tengo entendido que también le gusta la música y que incluso formó parte de un grupo de la escena independiente madrileña.

-Es cierto. Era un proyecto que tenía con mi amigo Jose y que se llamaba Humor Vítreo. Hacíamos música "collage" a partir de sonidos de otros discos. Se trata de un proyecto abierto porque ambos estamos a otras cosas. Nos autoeditábamos y sacamos varios trabajos que están ahí.

-¿Con gusto por lo "vintage" en todos temas del grupo?

-Nuestra intención era la de recuperar el formato cassette porque siempre nos gustó. Llegamos a publicar tres cintas e incluso un cedé recopilatorio. El sello discográfico de Jose se llama "Afeite al perro" y todo lo que hicimos con el grupo fue publicado en él.

-¿Cuál es su función dentro de La Central de Callao?

-Aprovechando que mi formación es multidisciplinar, llevo cuatro secciones muy relacionadas con las artes, que siempre me atrajeron mucho. Son, como digo, secciones diferentes entre sí pero todas vinculadas a lo que es el arte.

-De todas esas secciones, ¿cuál es la que más tirón tiene entre los clientes de la librería?

-La poesía tiene mucho público porque pocas librerías en España tienen un fondo tan importante como la nuestra. Nosotros contamos con muchos libros extranjeros con ediciones originales en idiomas propios. Se trata de libros que, por ejemplo, no tienes que pedir por internet porque ya lo puedes encontrar en La Central de Callao. El lector de poesía es escaso pero, sin embargo, muy fiel y aquí hay mucha gente que lee poesía en inglés o en francés, que valora mucho el hecho de poder encontrar ese tipo de ejemplares sin demasiados problemas. Lo mismo sucede con los gallegos, catalanes o vascos que viven en Madrid, que también vienen buscando poesía escrita en sus respectivas lenguas.

-¿No se ha notado entonces la crisis en lo que respecta a la venta de libros y al aumento de lectores?

-Desde luego, la poseía no falla nunca porque, además, ha habido un "boom" porque es un género breve y fácil de leer. De todas formas, sí que hay crisis del libro de papel porque estamos en un momento de cambio. No se sabe aún lo que va a permanecer porque es un momento muy loco en lo que respecta a todo esto. En las secciones que yo llevo en La Central de Callao se nota el cambio porque el formato es muy importante. Afortunadamente, la gente que entra por la puerta y viene a por un libro en formato tradicional lo valora por sí mismo. En ese sentido, nos vamos salvando por ahora.

-¿Hasta que punto está modificando los hábitos la aparición de la lectura online?

-En muchos ámbitos está calando bastante pero pienso que se revolucionará el papel, sobre todo en las publicaciones relacionadas con el arte. En internet se lee de una manera distinta porque te permite hacer varias cosas al mismo tiempo. Es evidente que existe una transformación del código de transmisión de la información pero no creo que afecte demasiado al formato.

-Vamos, que el formato del libro de toda la vida no corre el riesgo de desaparecer, ¿no?

-El formato libro va a sobrevivir porque es portátil, no es caro y perdura. Además, no necesitas batería para leerlo y puedes oler el papel que sea. También es importante, desde mi punto de vista, la imagen de toda la vida de lo que supone tener un libro en tus manos para leer asociada a las estampas de los cuadros con lectores evadidos, por ejemplo. Asociamos la lectura con el placer y, aunque la tablet parece que nos soluciona lo de leer en cualquier parte, eso se vuelve en contra nuestra porque estamos todo el día frente a un ordenador y así es difícil de buscar ese tipo de asociación con algo placentero.

-¿No le ha picado el gusanillo de escribir trabajando en medio de tantos volúmenes literarios, además de por su formación académica?

-De hecho, ya tengo escrito varios libros de poesía en gallego, y ahora también me he atrevido a hacerlo en castellano. Mi tradición literaria es la de allá, aunque lleve tantos años afincada en Madrid. Además, procuro tener mucho contacto con la literatura gallega, algo que me resulta muy sencillo trabajando en un lugar como La Central de Callao por razones evidentes.