Clementina Viéitez, más conocida como doña Titina, llegó a Vilatuxe a comienzos de los años 50. Conocía bien la zona, pues había nacido en Soutelo de Montes y, antes de desplazarse a Lalín para trabajar como maestra, ya había dado clase durante tres años en Chantada. Era la esposa del médico de la parroquia de Vilatuxe, don Paco, y su traslado a Cangas, en 1970, se debió a que su esposo tuvo que mudarse por motivos profesionales a este concello de O Morrazo.

Casi medio siglo después, aquellos niños que alfabetizó doña Titina, hoy convertidos en padres y abuelos, volverán a reunirse con su maestra. Será el 11 de mayo, en la Feira dos Carballiños, pues la docente -hoy con 86 primaveras- viajará desde Cangas a las tierras de Deza para protagonizar la recreación de aquella escuela en la que trabajó durante casi dos décadas. El presidente de la asociación de vecinos, Gerardo López, avanza que se contará no solo con fotos de los alumnos con doña Titina -como las que ilustran esta información- sino que habrá pupitres antiguos y demás material escolar con el que se formaban los niños en las primeras etapas de la dictadura franquista.

Recordemos que la Feira dos Carballiños intenta emular aquella feria que, a mediados del siglo pasado, convertía a Vilatuxe en un importante centro de compraventa de animales y de productos de huerta. No en vano, Vilatuxe era casi parada obligatoria en el Camiño Real entre Beade y Pazos de Arenteiro, como recuerda el geógrafo lalinense Antonio Presas. De ahí que en la parroquia, debido a su considerable volumen de población, llegasen a escolarizarse en el mismo año hasta 74 niños de entre 6 y 14 años. Doña Titina impartió clase primero en una casa cedida por la familia conocida como de Pichel, un inmueble que ahora ha sido reformado. Con el tiempo, la escuela se traslado a una parcela próxima al local social actual, donde además tenía su vivienda la maestra. En dos semanas, muchos de sus alumnos volverán a repetir, de memoria, aquellas lecciones.