La N-640, que enlaza las ciudades de Pontevedra y Lugo, se sometió ayer a tareas de mantenimiento a su paso por la frontera entre los municipios de Lalín y Agolada. Un grupo de operarios se encargó de repintar las barandillas del puente que cruza el río Arnego, frontera natural entre los dos ayuntamientos. No hubo retenciones de tráfico a lo largo de la mañana en una de las vías que figura entre las de mayor tránsito de la comarca dezana, pero eso sí, los conductores tuvieron que obedecer las señales de reducción de velocidad a 40, en lugar de los 80 que permite, en circunstancias normales, la señalización vertical.