A diferencia de sus antecesores en el cargo, sobre todo José Luis Vila y José Ramón González, el presidente de la patronal dezana, Alejandro Campos, rehúye a menudo el cometido de su cargo. Algunos empresarios echaron en falta en los duros años de la crisis voces críticas contra las inasumibles condiciones que la banca oferta para el desarrollo o mantenimiento de la actividad. En un asunto trascendente como la posible pérdida de la capitalidad judicial en Lalín, Campos mantiene una línea discreta que, por cierto, no gusta demasiado desde hace tiempo entre algunos asociados a la AED, pues entienden que por encima de todo debe preservar sus intereses. En este caso el responsable de la patronal dice que no se pronunciará hasta conocer la ley, aplazando su análisis sobre la repercusión que la propuesta tendrá para Lalín y para Deza.