En respuesta a preguntas del PSOE por la caída del padrón de habitantes -el Concello contaba a 1 de enero con 5.676, según el Instituto Nacional de Estadística-, el alcalde anunció que hará "una revisión puerta a puerta para saber cómo está realmente" y comprobar cuánta gente aunque empadronada en otros concellos reside en la localidad. Curiosamente, es el caso del propio portavoz socialista, registrado en Santiago, según le echó en cara Otero.

Pero también Vila sacó a colación "el vicio que tenían muchos alcaldes en empadronar gente en las casas, galpones o fuentes" por intereses electorales, iniciando un debate con el regidor por el censo de residentes en viviendas propiedad de su padre. El socialista achacó la caída de la población, en parte, a la falta de políticas locales para mantenerla y, aunque la oposición insistió para que aclarase si hará algo al respecto para remediarlo, Otero se limitó a apuntar que "tomaremos las medidas que haya que tomar" una vez que finalice el cómputo casa por casa.