La concesionaria del parking Europa, Portas y Acuña, destapó hace un año la posible colisión de intereses entre el trabajador municipal y su actividad como empresario. Lo hizo a raíz de su relación en un plan urbanístico de la cristalera La Veneciana, asentada en una propiedad de Portas en Filgueira. Los socialistas encontraron ahí un filón para dirigir sus ataques, ya directamente al grupo de gobierno. La comisión de investigación se cerró sin conclusiones sobre las responsabilidades del trabajador, pero, el Concello decidió dar traslado del expediente a la Fiscalía. A medida que el PSOE iba conociendo datos sobre este asunto comenzó a demandar, sin el éxito esperado, explicaciones a representantes del ejecutivo. Los socialistas tienen claro que este caso pasará factura política al grupo de gobierno e incluso aventuran que podrían producirse dimisiones. Apuntan hacia un concejal que, precisamente no forma parte de la junta de gobierno. En los próximos días, tal y como indicaron el pasado sábado, darán a conocer públicamente más episodios de un asunto en el que el Concello entiende que cada funcionario debe conocer sus derechos y obligaciones.