Lalín se quedará mañana sin cines. La empresa Filmax, propietaria de las cinco salas ubicadas en el Centro Comercial Pontiñas Gadis, ha decidido que este sea el último viernes con proyecciones cinematográficas en la capital dezana después de años en los que la escasez de espectadores ya hacía pensar en que el cierre de los cines no tardaría mucho en llegar.

La empresa confirmó ayer que precisamente el último día de este mes pondrá fin a un negocio iniciado el 1 de diciembre de 2004 con la puesta en marcha de cinco modernas salas de cine que venían a completar la desmesurada oferta para una localidad como Lalín, una vez que en el Centro Comercial Deza había otras tantas salas. Estos cines, gestionados por la sociedad Ciproga SA, también echaron el cierre por falta de público pero en 2007. "No hay vuelta atrás porque no hay espectadores", indicaban desde Filmax días atrás para confirmar lo ya se guardaba: Lalín y Deza se quedaban sin la posibilidad de acudir al cine. La empresa presidida por Julio Fernández insistió en que habían tratado por todos los medios de mantener la actividad pero la progresiva pérdida de clientes originó que primero se redujesen los días con proyecciones para, desde hace tiempo, solo programar sesiones hacia el fin de semana. Al escaso beneficio industrial de Filmax hay que sumar la necesidad de acometer un costoso proceso de digitalización de las salas, cuya inversión rondaba los 250.000 euros. Es decir, en caso de que la empresa decidiese mantener el formato habitual tendría la competencia de otros cines de tecnología más avanzada, mientras que la digitalización de las salas era para Filmax una inversión imposible desde el punto de vista del negocio. A la poca rentabilidad de los cines hay que sumar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de esta sociedad que afecta a otros complejos como uno en A Coruña. También fracasó la posible venta a otros operadores, que, finalmente, rechazaron hacerse con el negocio.