En las comisiones informativas el PP anunció que apoyaría parte de las reivindicaciones del BNG relativas a la autopista. Pero la negativa de la formación frentista de retirar parte de las mismas provocó que el ejecutivo echase abajo la moción, si bien quiso dejar claro su interés por la transferencia de la AP-53 de Fomento a la Xunta para tratar de establecer peajes más asequibles. Pero, al mismo tiempo, Román Rodríguez admitió que el escenario económico actual impide un rescate de la concesión o incluso casi el abaratamiento de las tarifas. "Aquí están a favor del traspaso, pero la ministra de Fomento, Ana Pastor, dice que no", comentó Aller.

Xesús Cordeiro había invitado a los grupos municipales a respaldar esta iniciativa, así como la supresión del peaje y a promover una concentración para que estas demandas se visibilizasen. Como era de esperar, el ejecutivo, que sí las impulsó años atrás, confirmó su negativa. También quedó en el aire la propuesta de mejorar la N-525 entre Lalín y Ponte Ulla, del BNG, como vía alternativa a la prohibitiva autopista.