Lalaino es todavía la aspiración del alcalde de Lalín, José Crespo, de buscar un cerdo que reúna todas las características que más se ajusten a un animal idóneo para el afamado cocido. El experimento genético toma forma con la propuesta que, al amparo del plan Depodeza, se llevará a cabo en la finca de Mouriscade conocido como "desarrollo de la experiencia en agricultura y ganadería ecológica".

El Concello acaba de dar licencia a una iniciativa propia en la que se pretenden tomar varias razas porcinas para, mediante cruces, conseguir a largo plazo un animal con unas características y trazabilidad de la carne más se adapte al plato estrella de la gastronomía lalinense. La explotación experimental tendrá capacidad para 9 cabezas de ganado porcino en unas instalaciones de 192 metros cuadrados, de las que 65 se habilitarán como cortello con una piscina de 20 m2 y un galpón de 24. Además de puntos de agua para los animales, el espacio contará con un silo de alimentación. El presupuesto de ejecución material de las obras asciende, según consta en el acuerdo de la junta de gobierno local del pasado 21 de octubre, de 54.500 euros. El "laboratorio" o granja para favorecer los cruces de distintas razas de cerdo deberá comenzar antes de seis meses y las conclusiones de esta propuesta se conocerán en un horizonte fijado por el ayuntamiento en tres años.

El proyecto fue elaborado por un ingeniero agrónomo y registrado en el consistorio el 5 de abril de este año y a comienzos de agosto se aportó el anexo. Ahora solo resta esperar por si la insólita propuesta del alcalde lalinense cuaja o, como él mismo reconoció meses atrás, la ciencia no es capaz de parir un animal "bajo en colesterol", cuestión complicada si se tienen en cuenta las características de la carne de cerdo. En todo caso, lo que fue una declaración de intenciones, comienza a fraguarse como el alumbramiento de la primera piara de Lalainos.