Las quejas por daños del jabalí en las cosechas son constantes en los últimos años. Un aumento de la población de este animal salvaje o un cambio en sus hábitos -en la zona se crearon grandes infraestructuras de comunicación que no tuvieron en cuenta en casos los llamados pasos de fauna- parecen algunos de los motivos para que estos animales también sean un peligro en vías de alta capacidad. Los accidentes con fauna salvaje son bastante frecuentes en la AP-53 y sobre todo en un punto negro de unos 10 kilómetros en la autovía a su paso por Dozón. En Silleda el año pasado el jabalí destrozó una finca particular en la calle Braña do Medio, en pleno casco urbano de la capita trasdezana.

Si en años precedentes la administración autonómia tenía habilitadas líneas de compensaciones por daños para los ganaderos, estas subvenciones fueron canceladas en 2010. Con la supresión de las indemnizaciones los ganaderos deben enfrentarse a otro problema más en un sector en permanente crisis. Además del jabalí, los córvidos son ahora otra amenaza para las plantaciones de maíz. Pese a la cancelación de las contraprestaciones por daños, los sindicatos insisten a los ganaderos en que denuncien los destrozos para que al menos la administración tenga constancia de ellos y autoricen medidas de control.