Son muy pocas las familias de Deza y Tabeirós-Montes que no tienen un familiar que se haya marchado a otro país en busca de trabajo. No en vano, el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE) señala que en el presente año un total de 22.722 personas oriundas de las comarcas viven lejos del lugar en que nacieron. Para hacernos una idea de la magnitud de esta cifra, basta con pensar en que rebasa en un millar a los habitantes que tiene A Estrada (21.657). Pero es que además, ha ido creciendo de forma progresiva debido a la crisis y a la falta de trabajo. Así, en 2009, había 19.772 vecinos emigrados, de modo que en tres años se han marchado fuera otros 2.950.

El aumento de vecinos en la diáspora se produce en los nueve concellos, con especial incidencia en las dos cabeceras comarcales. Al ser las que aglutinaban la mayor actividad industrial y constructiva, es lógico que hayan padecido con más virulencia la recesión económica. Así, a comienzos de este año el PERE contabiliza 5.655 vecinos oriundos de A Estrada que han decidido establecer su residencia en otra nación. La cifra es, además la cuarta parte de la población que sí permanece en el municipio, y supone un aumento en más de medio millar de personas desde 2009, puesto que en ese año se contaban 5.024. Más notable es, si cabe, la subida de Lalín. La cabecera dezana tenía hace cuatro años a 4.489 personas en la diáspora, pero en la actualidad la cifra es ya de 5.263, es decir, ha aumentado en 774. Es, sin lugar a dudas, la emigración más notable de toda la zona.

Silleda presume, desde hace tiempo, de ser uno de los concellos que recibe más población inmigrantes (sus 218 altas el año pasado consiguen compensar las bajas por defunción). Pero las facilidades que ofrece a los nuevos vecinos no consigue frenar el éxodo hacia otras latitudes. En los últimos cuatro años, se han marchado al extranjero 374 nativos, con lo que el censo de trasdezanos fuera de la comarca es ya de 3.163. En el concello vecino de Vila de Cruces, la emigración es menor: su PERE constata 1.586 empadronados, apenas 200 más que hace cuatro años.

En cuanto a los municipios más pequeños de la zona, en Deza tanto Agolada como Rodeiro y Dozón se colocan por debajo de los 2.000 vecinos, pero son cifras a tener en cuenta dada la tremenda caída de población que sufren los tres. En Rodeiro, el volumen de emigrados llega a los 1.932 (sube en 272), un millar menos que la población que sí reside en el concello. En Agolada, el censo de exiliados pasa de 634 a 750, mientras que en Dozón sube de los 509 a los 588, casi la tercera parte de su padrón municipal.

En cuanto a Forcarei y Cerdedo, el PERE del primero suma 2.400 emigrantes (sube en 306), y el de Cerdedo, 1.412 (tenía 1.226). Es destacable que la población de Cerdedo es superior en solo medio millar más, con 1.916 habitantes.