El edil de Obras e Servizos de Silleda y teniente de Alcaldesa, Manuel Cuiña, se queda sin dedicación exclusiva. Deja de cobrar los 28.197,27 euros brutos anuales que percibía por su trabajo en el Concello, y lo hace por decisión de la oposición. El BNG defendió ayer en el pleno la reprobación al concejal y la retirada de su salario ante la "falta de confianza" en su gestión, por reconocer que no paga la tasa de la basura y que contrata material de obra "a una única empresa". La moción fue apoyada por el PP, de modo que el gobierno se quedó en minoría, con seis votos frente a los siete de la oposición.

Cuiña, que conserva su cargo de edil y teniente de Alcaldesa, se convierte, según él mismo recordó, en el primer concejal reprobado en la historia de Silleda. "Hay que tomar las cosas como de quien vienen", dijo en su breve e irónica intervención: "Quien me propone para reprobarme es quien encabezó una candidatura que logró la tercera parte de votos de los que lograra cuando la encabezaba una compañera suya. Por suerte, la Constitución, por mucho que no quiera el republicano Matías, nos permite seguir aquí, aunque nos reprueben, porque si no fuese así no estaría aquí ninguno de nosotros", contestó al portavoz del BNG, Matías Rodríguez da Torre. El nacionalista reconoció "verguenza" por compartir corporación con Cuiña. "Espero compartir lo menos posible", le espetó el socialista.

Da Torre -con el apoyo del PP- también reprobó a la alcaldesa, Paula Fernández Pena, por "consentir" la "negligente gestión" de su edil, "permitir el favoritismo y la discriminación de otros negocios" en las contrataciones y actuar con "arrogancia, prepotencia y chulería".

La regidora dijo sentir "lástima" ante las palabras de quien hasta hace un par de meses fue su socio de gobierno y recriminó que la oposición ataque al gobierno en aspectos personales, pero no cuestione su gestión. "Lo importante para Silleda no es que Manuel Cuiña sea arrogante o desplicente, ni que yo sea una pequeña dictadora, una chula o una prepotente, ése no es el problema de Silleda; el problema es que tenemos que hacer gestión, y a eso no le ponéis ninguna pena, no se la sabéis poner", argumentó antes de asegurar que "este cargo lo estamos defendiendo con dignidad, con trabajo y con decencia todos los días para que ahora venga alguien que, por venganza y traición, presente una reprobación y diga que somos indignos de trabajar con él, cuando trabajó con nosotros más de dos años cobrando un salario", defendió. "Podemos tener errores, pero este gobierno no hizo nada alegal ni ilegal", concluyó la mandataria.

Por su parte, el portavoz del PP, José Luis Espiño, sumó a los reproches a Cuiña el accidente con el vehículo del Concello una noche cuando se dirigía al hospital. "Fallos los tenemos todos, pero humildad ante todo", le pidió. "Lo que más me indigna es la prepotencia con la que se tratan de justificar ciertos comportamientos", explicó el popular.